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Se estima que 330 mil niños fueron víctimas de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica de Francia durante los últimos 70 años, según un informe publicado este martes 5 de octubre.

Jean-March Sauve, jefe de la comisión que dirigió la investigación sobre el abuso sexual infantil, aseguró el martes que la Iglesia Católica francesa había mostrado una indiferencia completa y a veces cruel hacia las víctimas, refiere el portal https://www.independentespanol.com/.

En respuesta a los hallazgos, el papa Francisco declaró que “sus pensamientos van a las víctimas, con gran dolor, por sus heridas”. En un comunicado, el Vaticano dijo que el Papa se había «enterado con dolor» del contenido de la investigación y esperaba que «la Iglesia de Francia, consciente de esta terrible realidad… pueda embarcarse en un parque de redención».

El informe, que es el primer examen importante del abuso perpetuado dentro de la Iglesia, incluyó abusos cometidos por sacerdotes y otros clérigos, así como por personas no religiosas involucradas en la Iglesia.

Sauve, hablando en una conferencia de prensa el martes, reveló que alrededor del 80 % de las víctimas eran hombres.

Se estimó que 216 mil niños habían sido víctimas de abusos directamente a manos del clero durante el mismo período de tiempo.

«Las consecuencias son muy graves», señaló Sauve, «aproximadamente el 60 % de los hombres y mujeres que fueron abusados sexualmente enfrentan problemas importantes en su vida sentimental o sexual». Añadió: «Estos números son más que preocupantes, son abrumadores y de ninguna manera pueden quedar sin respuesta».

El informe de 2.500 páginas, es el resultado de una comisión que ha trabajado durante dos años y medio escuchando a las víctimas y estudiando archivos de la Iglesia, los tribunales, la policía y la prensa, desde la década de 1950 en adelante. La Comisión Independiente sobre el Abuso en la Iglesia (Ciase) estaba formada por 22 profesionales del Derecho, médicos, historiadores, sociólogos y teólogos y trabajaba independientemente de la Iglesia.

Se estableció en 2018 después de que el papa Francisco aprobó una medida que instruye a quienes saben sobre el abuso sexual en la Iglesia Católica, que lo informen a sus superiores.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Francia y arzobispo de Reims, Eric de Moulins-Beaufort, habló en la conferencia de prensa el martes y declaró: “Hemos escuchado las voces de las víctimas, hemos escuchado las cifras, están más allá de lo que nosotros podríamos imaginar.

“Es realmente insoportable. Expreso mi vergüenza, mi miedo, mi determinación a actuar. A ustedes, las víctimas, algunas de las cuales conozco por su nombre, hoy quiero pedirles perdón”.

3.200 sacerdotes involucrados

Olivier Savignac, director de la asociación de víctimas «Parler et Revivre» (Habla y vive de nuevo), quien ayudó con la investigación, aseguró que la alta proporción de víctimas por abusador es particularmente «aterradora para la sociedad francesa, para la Iglesia Católica».

La línea telefónica que se lanzó al comienzo de la investigación recibió 6.500 llamadas de presuntas víctimas o personas que dijeron conocer a una víctima de abuso sexual infantil dentro de la Iglesia.

La investigación de la comisión descubrió una «estimación mínima» de entre 2.900 y 3.200 sacerdotes pedófilos u otros miembros que operan dentro de la Iglesia desde 1950 hasta 2020.

Sauve denunció la actitud de la Iglesia Católica hacia el abuso, como «una indiferencia profunda y cruel hacia las víctimas». Añadió que «no se les creyó ni se les escuchó», y en ocasiones se les consideró «en parte responsables» de lo sucedido.

Se han remitido 22 presuntos delitos a los fiscales, agregó. Más de 40 casos, que son demasiado antiguos para ser procesados pero que involucran a presuntos perpetradores que aún están vivos, han sido remitidos a funcionarios de la Iglesia.

Sauve pidió una reforma urgente del enfoque de la Iglesia Católica a la enseñanza sobre los temas de la sexualidad, la obediencia y la santidad del sacerdocio.

Concluyó su presentación del informe diciendo: “Hemos contribuido en la medida de lo posible a descubrir la verdad… Nuestra esperanza no puede ni será destruida. La Iglesia puede y debe hacer todo lo que sea necesario para restaurar lo que se ha dañado y reconstruir lo que se ha roto».

El explosivo informe llega un año después de que la Iglesia Católica fuera sacudida por el juicio al sacerdote Bernard Preynat. El sacerdote católico francés fue condenado a cinco años de cárcel por abusar sexualmente de los niños a su cargo, entre 1971 y 1991.

Una de las víctimas de Preynat, Francois Devaux, declaró a Associated Press que “con este informe, la Iglesia francesa por primera vez va a la raíz de este problema sistémico. La institución desviada debe reformarse a sí misma». Advirtió que “algunas víctimas no se atrevieron a hablar para confiar en la comisión”.

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