¡Le ardió! Así reaccionó senador corrupto gringo a llamado de Alena Douhan a levantar bloqueo a Venezuela

Este sujeto en reiteradas oportunidades ha llamado a una intervención militar contra Venezuela.

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

El llamado a Estados Unidos, la Unión Europea, y a otros Estados, a retirar las medidas coercitivas unilaterales impuestas contra Venezuela, hecho el pasado 12 de febrero por  la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre medidas coercitivas unilaterales y derechos humanos, Alena Douhan, despertó odio en sectores de la derecha estadounidense, que reaccionó pidiendo que las sanciones se mantengan.

Al menos así lo hizo el senador republicano por el estado de la Florida, Rick Scott, quien aseguró el pasado lunes 15 de febrero a través de su cuenta tuiter que: “Levantar las sanciones de los EE.UU. y la UE contra Maduro y sus socios sólo haría una cosa: garantizar que accedan a cuentas bancarias para enriquecerse mientras los venezolanos mueren de hambre. La ONU debe retractar esta propuesta y enfocarse en responsabilizar a dictadores”.

A estas declaraciones les salió al paso el mismo día el canciller Jorge Arreaza, quien a través de su cuenta tuiter expresó: «Otra prueba de la crueldad de esta élite estadounidense. Argumentos ideologizados e insustentables. Los recursos del Estado son del pueblo venezolano y bloquearlos en plena pandemia es un crimen de lesa humanidad. Los defensores de las sanciones son los autores de estos crímenes».

Las agresiones de Scott contra Venezuela no son nada nueva, este sujeto en reiteradas oportunidades ha llamado a una intervención militar contra Venezuela.

¿Quién es Rick Scott?

Este abogado de profesión, desde enero de 2011 hasta enero de 2019, se desempeñó como gobernador de Florida y desde ese mismo año ejerce el cargo de senador por ese mismo estado.

Antes de ocupar estas responsabilidades políticas, ya había saltado a la fama en 1997 y no precisamente por ser un buen samaritano, sino por protagonizar lo que se llamó “la mayor estafa contra el sistema Medicare” en toda la historia de Norteamérica.

En julio de 2012, el diario español El Mundo, recordó que Scott tuvo que renunciar a la presidencia de Hospital Corporation of America, un conglomerado de pequeñas empresas proveedoras de servicios médicos y cadenas de farmacias, todas afiliadas con el sistema ‘Medicaid’ y ‘Medicare’, tras acusaciones del Gobierno Federal de estafar el ‘Medicaid’ en más de 600 millones de dólares.

Durante casi 10 años, los administradores de Hospital Corporation of America presentaron al gobierno federal miles de facturas falsas por servicios de rehabilitación que nunca fueron prestados y la venta de medicinas subsidiadas jamás entregadas.

“Al final de la investigación, el gobierno federal presentó 14 acusaciones de estafa por mayor cuantía contra Hospital Corporation of America. El conglomerado pagó una multa de 600 millones de dólares y fue disuelto. Sin embargo, Scott salió impune judicialmenteSus abogados negociaron la retirada de los cargos contra él personalmente y hasta lograron que fuera indemnizado por Hospital Corporation of America con casi 10 millones de dólares por el ‘despido’”, describió El Mundo, en esa oportunidad.

La salud como mercancía

Después de quedar impune, Scott siguió en las andanzas; en ese sentido, el citado portal destacó que el gringo comenzó a invertir en la industria de la salud pública. Adquirió una cadena de farmacias, “Pharmaca”, que tiene el virtual monopolio de venta de vitaminas en Florida y apostó por una cadena de televisión, American Health Network, por señal afiliada a Fox, para promover su venta 24 horas al día.

“Por último, Scott creó ‘Solantic’,una red de clínicas privadas que prestan servicios de urgencia y funcionan paralelamente a los grandes hospitales municipales, particularmente en las zonas rurales, cobrando lo que quieran gracias al libre mercado”, agrega la fuente.

No es de extrañar que ante sus inversiones en el sistema de salud privado fuera uno de los críticos de la Ley de Protección del Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare, que implementó el expresidente Barack Obama.

Obsesionado con el país

Rick Scott anhela con que el régimen estadounidense intervenga militarmente a Venezuela, un sueño que ha manifestado abiertamente en diversas oportunidades.

El 11 de abril, de 2019, amenazó al país al asegurar, durante un discurso en el Instituto de Investigación de Políticas Públicas American Enterprise, que “Si los embargos y bloqueos pueden ayudar, debemos considerarlos. Y si la fuerza militar de Estados Unidos y nuestros aliados, en la región, es necesaria para librarnos del flagelo de Maduro y sus matones, entonces, no podemos descartarla”, citó, en esa oportunidad la agencia EFE.

Tras manifestar su apoyo, en ese momento, al golpista Juan Guaidó, aseguró que Estados Unidos “debe considerar el uso de activos militares para brindar ayuda al pueblo de Venezuela”.

El 30 de abril del 2019, cuando Guaidó lideró junto con el prófugo de la justicia, Leopoldo López, un intento de golpe de Estado, el multimillonario Scott pidió al presidente Donald Trump el envío de tropas militares hacia Venezuela.

“Los militares de EEUU deben estar listos para llevar ayuda humanitaria y defender la libertad en Venezuela. Llamó a Trump a posicionar activos militares”, escribió en su tuiter.

En abril de 2019, el antropólogo y escritor venezolano, investigador en guerra no convencional, José Negrón Valera, destacó en un artículo, publicado en Sputnik, que lo que podría explicar el ferviente interés de Scott de pedir una intervención militar contra Venezuela, son las grandes inversiones que el gringo posee en empresas energéticas como NextEra Energy Partners y Spectra Energy Partners.

Haciendo lobby con la derecha venezolana

Scott, quien se negó en 2019 a “copatrocinar” en el Senado dos proyectos de ley bipartidistas que otorgarían a los inmigrantes venezolanos en Estados Unidos el Estatus de Protección Temporal (TPS). medida que supuestamente “aumentaría la ayuda humanitaria”, tiene entre sus aliados cercanos, en su guerra contra la patria bolivariana, a los prófugos de la justicia, Carlos Vecchio y David Smolansky.

Fue uno de los que apoyó, en mayo del 2019, la reunión que sostuvo el lobista Vecchio con el jefe del Comando Sur, Craig Faller, para hablar sobre Venezuela.

Son innumerables las veces en que Vecchio y Scott han sostenido encuentros en los últimos años.

Fue al ultraderechista venezolano, a quien en mayo, de 2017, entregó la medalla de la Libertad al golpista Leopoldo López.

El gringo ha mantenido reuniones con otros integrantes de la ultraderecha venezolana en su arremetida contra nuestro país, entre ellos figuran: Lilian Tintori, esposa del prófugo de la justicia Leopoldo López. En marzo, del 2019, con Fabiana Rosales, esposa del también golpista Juan Guaidó, cuando esta señora estuvo de gira por esa nación buscando apoyo para las acciones del ultraderechista.

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