VEA

Corea es la nación homogénea del mismo linaje durante cinco milenios.

Sin embargo en la actualidad está sometida a la tragedia de vivir dividida en el Norte y el Sur por Estados Unidos que desde 1945 ocupó la parte sur de Corea con la máscara del “libertador”.

La división y el enfrentamiento impuestos por el imperio le ha causado a la nación coreana incontables desdichas. Gran cantidad de recursos humanos y materiales que debían ser destinados al desarrollo soberano de la nación y su prosperidad han sido desperdiciados para el enfrentamiento Norte-Sur.

Por su puesto es la nación coreana quien ha sido la mayor víctima de desconfianza e enfrentamiento intercoreanos, y también afectan en gran medida la paz y estabilidad de la región y del mundo. Poner coto al enfrentamiento Norte-Sur de Corea es apremiante no solo para disipar el peligro de guerra que se cierne sobre la nación coreana sino también para hacer de la Península Coreana, un punto candente del mundo, una región de paz duradera. Es por eso que es la exigencia no solo del pueblo coreano sino también de todos los pueblos amantes de la paz.

Es bien reconocido por la sociedad internacional que la nación coreana es inteligente y destacada en la creatividad. La Corea unificada sería el país más rico, poderoso y próspero tanto en lo político-militar, en lo económico y cultural como en otros campos.

Precisamente es ahora cuando el Norte y el Sur de Corea, en vista del deseo de la nación y la exigencia de la época, deben poner fin al enfrentamiento y unir sus fuerzas e inteligencias para abrir una nueva era de la reunificación independiente y de paz y prosperidad.

La mejora de las relaciones Norte-Sur abrirá un amplio camino para la paz en la Península Coreana y el desarrollo unificado y la prosperidad de la nación, cuya posibilidad y alcance demostró patentemente en los tiempos de deshielo que trajo la primera Declaración Conjunta Norte-Sur, adoptada en la primera cumbre Norte-Sur el 15 de junio del 2000 y que dio los primeros pasos del cambio de estado de desconfianza y enfrentamiento intercoreanos por las relaciones de conciliación y unidad nacional, y como su resultado diversos sectores viajaban a otras partes compartiendo el amor familiar y hermandad. El pueblo coreano aún vive con la añoranza de aquella época de reunificación y el deseo de revivir aquel tiempo de 15 de junio.

Considerar la mejora de las relaciones Norte-Sur como si fuera el interés que concede a una sola parte y por ende perseguir el enfrentamiento no es la actitud honesta para asumir la responsabilidad con el destino de la nación. Hacer caso omiso de las humillaciones y desgracias que sufre la nación y perder el tiempo cautivados en los intereses de estrecha visión de sectores partidarios y en la desconfianza de largo tiempo serían actos de pisotear el anhelo a la reunificación de la nación y cometer crímenes que merecen eternas condenas por las futuras generaciones.

Mitigar el enfrentamiento entre el Norte y el Sur de Corea no es algo imposible en modo alguno. Es del todo posible lograrlo si el Norte y el Sur, a partir de la posición de “entre nosotros, los connacionales”, tuvieran la firme voluntad de liberarse de la desconfianza del pasado y poner punto final a la historia del enfrentamiento. La mejora de las relaciones intercoreanas depende enteramente a la decisión que tomen las autoridades del Norte y el Sur y sus esfuerzos.

En vísperas de conmemorar un año más de la histórica Declaración de 15 de junio de 2000 donde están explicitas las realistas y viables medidas para mejorar las relaciones intercoreanas con el esfuerzo mancomunado de la nación, la opinión internacional hace un llamado una vez más a que las autoridades surcoreanas, de acuerdo con la tendencia epocal y el deseo de la nación, tomen resuelta decisión con la autentica voluntad pro patria y pronación, pues con la determinación de renunciar al caduco concepto de enfrentamiento para tomar la mano de sus compatriotas no habrá impedimento que no se pueda superar.

La sociedad internacional desea pronta mejora de relaciones Norte-Sur y la reunificación de Corea.

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