Jesús Moreno

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La unidad es un principio político por el cual han luchado todos los movimientos, organizaciones y proyectos, dedicados a transformar la humanidad, o parte de ella, que se han planteado desde cualquier ángulo, es decir, religioso, político, militar.

No han estado excluidos la Iglesia católica, apostólica y romana, El Nacional Socialismo, la Revolución Bolchevique, la Revolución China, la Revolución Bolivariana, para nombrar algunos casos a lo largo de la historia.

Conservar la unidad es una tarea fundamental y amerita esfuerzo constante porque siempre habrá fuerzas disolventes en su contra y de no ser así entonces la dialéctica es solo una habladuría y la lucha de contrarios es un invento y no funciona implacable.

La vida va determinando la fortaleza de la unidad y su supervivencia, prolongación, y depende la claridad, sabiduría, corteza con que los hombres que dirigen el poder se conectan armoniosamente con la realidad, para que ellos sean los primeros en actuar en unidad.

Dijo, el dirigente de la gran Revolución China, actualmente en plena vigencia, Mao Tse-Tung, en 1945, cuando luchaba contra el imperio japonés y la derecha interna, lo siguiente: Ante la importancia de la unidad los soldados y segundos la unidad entre los oficiales y soldados y segundo; la unidad del ejército y el pueblo y aliviar las cargas económicas al pueblo y reprimir a los traidores de la patria. Para permanecer vinculados con las masas debemos actuar de acuerdo con sus necesidades y deseos de otra manera las olvidamos. (En el libro La guerra prolongada). Eso lo dijo uno de los conductores de una de las grandes revoluciones modernas triunfantes, vigentes y en desarrollo.

La unidad sigue siendo necesaria para cualquier movimiento.

Si observamos otro de los grandes movimientos como es la Iglesia católica, muchos concilios plantean los problemas de la unidad, entre ellos los enfrentamientos hasta el cisma de Martin Lutero; también la persecución de los Cataros y tuvieron que generar la inquisición con la presunta lucha contra los infieles. Tuvieron que perseguir a celtas, romanos, judíos, visigodos y armenios.

En la gran revolución bolchevique, Lenin y Stalin tuvieron que luchar por la unidad con muchas cuotas de sangre, crímenes, persecuciones, solo basta recordar al señor Trostky.

El Nacional Socialismo, presidio por Hitler, generó el baño de sangre más copioso que se haya producido, se hizo en nombre de la superioridad de la raza aria.

Los venezolanos estamos en el gran dilema, cómo mantener la unidad cívico militar para que nuestra Revolución Bolivariana persista y realice su gran obra, con el trabajo y legado del Comandante Hugo Chávez Frías, que no hizo sino tomar la gran obra que comenzó hace doscientos años otro gigante que fue Simón Bolívar que también soñó con la unidad de Sur América, y sus hijos de hoy, civiles y militares, creemos y trabajamos por la unidad cívico militar, garantía de la Revolución.

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