Gonzalo Ochoa Díaz

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Encontramos connotados profesionales de la economía enfrascados en posiciones en las cuales cada uno cree tener la verdad; algunos dicen que el problema actual de nuestra economía se resuelve aumentando los salarios, otros dicen que no; argumentan sus afirmaciones de acuerdo a su criterio pero se olvidan que ya esa fórmula se ha puesto en práctica en múltiples oportunidades y a la vista están sus resultados: Mayor inflación, más ataque y devaluación de la moneda.

Otros hablan de la producción como si esta fuese estática, sin forma ni manera de variación, «si no producimos no podemos hacer esto o aquello»; otros emiten conceptos más fatalistas, se creen dueños absolutos de la verdad; en su mayoría, sus análisis y diagnósticos parten de consecuencias o efectos los cuales generan otras subsecuencias y otros efectos, todas ellos, por supuesto, totalmente desenfocados y por ende fuera de contexto de la materia tratada.

Hemos dicho en otras ocasiones que el dólar paralelo, ataques externos, sanciones, bloqueos, inflación inducida, y otros males, no son las causas principales de nuestros desafueros económicos; son solo consecuencias, subsecuencias y sus efectos; parten de ellos para proponer soluciones. Pues, he ahí la causa por la cual la problemática se desenfoca y dispersa desde su propia raíz; no podemos construir teorías, propuestas o emitir criterios basados en causas que son producto de efectos; por ejemplo, decir que no podemos aumentar los salarios porque no producimos. La no producción es la consecuencia de otro efecto que tiene otras causas, como la explotación salvaje del productor primario; o decir que hay inflación porque no hay producción. Pero resulta que no hay producción porque no hay quien produzca y no hay quien produzca porque el productor abandonó, y el productor abandona por la pobreza; es decir, toda una secuencia de causas y efectos, y es ahí donde está la verdadera raíz del problema.

Partir del análisis de una consecuencia o efecto para resolver un problema, es una acción totalmente desenfocada; proponer el “qué hacer, cómo, con quién y con qué” es una pérdida de esfuerzo, tiempo y recursos. Vemos que se propone «aumentar» los salarios… ¡Claro que es una urgente necesidad!, quién puede decir lo contrario; pero el asunto es: ¿Están dadas las condiciones? ¿Que el DolarToday nos hace mucho daño? ¡Por supuesto!, pero ¿podemos ir a los gringos a decirles que no lo hagan más?

¿Que necesitamos producir más? ¡Lógico!, ¿pero cómo incentivar a la población a producir en las actuales condiciones?

Ya para concluir, y me disculpan que por razones de espacio no pueda ser más explícito, y como dicen por ahí, «todos los caminos conducen a…» ¡Sí!, a levantar la producción en todos los sectores, y para ello debemos ser altamente radicales, ir a la verdadera raíz del problema económico que vivimos hoy, ¡no estamos entrampados!, tenemos con qué salir airosos.

Debemos crear un Sistema Económico Socialista y Comunal que le garantice al pueblo suficiente producción, mayor oferta de bienes y servicios, que compita con el decadente modelo capitalista y para ello debemos enfocar los problemas desde «otra perspectiva». Nuestra propuesta es: Crear UNA NUEVA DOCTRINA (G8A) ECONÓMICA basada en los principios y fundamentos de la Ley de Comunas.

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