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En una entrevista reciente en el programa de televisión “Librería Mediática”, emitido por Venezolana de Televisión (VTV), la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, destacó la importancia de la salud mental y el impacto de las redes sociales, un tema que actualmente se discute en la Comisión Intergubernamental de Ética de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), donde Venezuela coordina la vicepresidencia por América Latina y el Caribe.

En ese sentido, la también ministra para Ciencia y Tecnología señaló que existen reportes oficiales sobre cómo el uso excesivo de las redes sociales afecta el lóbulo central del cerebro, disminuyendo las capacidades de sinapsis y la construcción de redes neuronales.

También indicó que esta situación, conocida como la “generación dopamina”, se caracteriza por la búsqueda constante de picos de dopamina a través de la lectura rápida y superficial de información, lo que impide una comprensión profunda y reflexiva.

“Esta generación faster o generación rápida, lo que tiene son picos de dopamina, entonces, leen una información muy diminuta de unas 30 palabras, eso no les permite profundizar y luego pasan al siguiente texto, luego pasan a la siguiente nota”, dijo.

Enfatizó la necesidad de desarrollar el derecho a comprender, promoviendo una lectura detenida y pausada que permita interpretar, analizar y contrastar la información con la realidad.

“Nosotros necesitamos desarrollar el derecho a comprender, con una lectura detenida, pausada, puedes interpretar y analizar para que puedas luego contrastar contra la realidad”, dijo.

Además, mencionó que estudios y encuestas realizadas en Venezuela indican que más del 62% de los contenidos en redes sociales contienen mensajes violentos, lo que afecta negativamente la salud mental de los individuos.

Subrayó, también, que la salud mental no se limita a la ausencia de enfermedades, sino que abarca un estado de equilibrio y bienestar entre lo orgánico, lo espiritual, el autorreconocimiento, la autoestima, el proyecto de vida y el nivel de satisfacción personal.

Indicó que recientes estudios han revelado que el 32% de los jóvenes en España durante el período 2023-2024 sufren de trastornos de autoestima, ansiedad y depresión, directamente relacionados con el uso intensivo de las redes sociales.

“Este fenómeno ha sido identificado como el síndrome FOMO se caracteriza por el miedo a perderse de algo importante que otros están experimentando. Afecta a más del 70% de los jóvenes, quienes mantienen sus teléfonos móviles cerca de la almohada o en la mesa de noche. Esta dependencia tecnológica genera una falsa realidad que, al contrastarse con la vida real, provoca choques emocionales y altas tasas de frustración”, mencionó.

Comentó que es crucial que padres, madres, educadores y la sociedad en general estén alerta sobre el contenido que consumen los jóvenes.

“La diversidad mediática debe jugar un papel activo en la promoción de valores éticos y morales, contrarrestando la violencia y banalidad que a menudo impregnan las redes sociales. La salud mental de nuestros jóvenes es una prioridad, y es responsabilidad de todos trabajar juntos para crear un entorno digital más saludable y equilibrado”, concluyó.

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