Homicida de migrantes venezolanos condenado a 160 años de cárcel
El jurado del condado de Cameron, Texas, lo declaró culpable de 8 cargos de homicidio involuntario por intoxicación. Foto Internet.
VEA / Carlos A. Batatin
George Álvarez, responsable del fallecimiento de ocho (8) personas cuando conducía una camioneta el 7 de mayo de 2023, en la ciudad fronteriza de Brownsville, Texas, Estados Unidos, fue condenado a 160 años de cárcel por un jurado del condado de Cameron.
De acuerdo con las investigaciones, Álvarez, de 34 años de edad, trató de huir, tras perder el control del vehículo e impactar contra un grupo de personas que esperaban afuera del Centro Ozanam, un refugio nocturno para inmigrantes. En el trágico hecho murieron siete (7) emigrantes venezolanos y otros 12 ciudadanos resultaron gravemente heridos.
Según con lo reseñado en la dirección digital www.tpr.org, el juicio en su contra se inició el pasado lunes, cuyo jurado lo declaró culpable ocho (8) cargos de homicidio involuntario por intoxicación.
“El punto a exponer era si Álvarez estaba bajo la influencia del alcohol. Sus abogados dijeron que no estaba ebrio; sin embargo, el acusado admitió haber consumido cocaína días antes del accidente”, indica el portal.
Un día después del trágico arrollamiento el jefe de policía de la localidad texana, Félix Sauceda, en rueda de prensa precisó que “no se descartaba que el atropello fuera intencional; por lo que los cargos recibidos podrían cambiar y aumentar”.
Según George Álvarez, el individuo tenía antecedentes criminales, entre estos dos (2) por asalto con arma mortal y uno (1) por asalto a oficial de la autoridad, detalló, por su parte, el portal dominicano Listin Diario.
Ante ese lamentable accidente, a través de un comunicado, el gobierno nacional exhortó a las autoridades estadounidenses correspondientes, investigar a profundidad tales hechos, “con el fin de descartar cualquier intencionalidad relacionada a las prácticas de odio y xenofobia contra el pueblo venezolano, que se han expresado en el pasado, producto de una cultura de violencia e intolerancia promovida por sectores extremistas de la política y la sociedad estadounidense”.
