Aberrante: Tiene 6 años y presenció secuestro de su padre al Cecot (Ver videos)
Llanto, crisis de nervios, dolor e incomprensión fue lo que vivió el menor al ser testigo de como funcionarios gringos arrestaban a su papá. Foto Internet

VEA / Yuleidys Hernández Toledo
Llanto, crisis de nervios, dolor e incomprensión, fue lo que vivió apenas a sus seis (6) años, el hijo de Luis Edixon Chacón Gómez, uno de los venezolanos detenidos por autoridades estadounidenses y posteriormente enviado de manera ilegal al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una prisión de máxima seguridad ubicada en El Salvador, y que se caracteriza por la violación de derechos humanos que ahí comete el régimen de Nayib Bukele.
La historia la relató a Diario VEA la abuela del menor, Luismary Gómez, quien explica que en Estados Unidos (EEUU), su hijo Luis Edixon Chacón Gómez, trabajaba haciendo «delivery». El día que lo arrestaron se encontraba cumpliendo con los pedidos de una aplicación App para la que laboraba. Estaba llevando una comida junto a su hijo, cuando un policía lo detuvo. La luz delantera de su camioneta presentaba avería.
«Mi hijo estaba trabajando de uber cuando lo detienen. Lo detienen porque la luz delantera de su camioneta estaba dañada (…) Cuando lo agarran, llaman a la esposa para que vaya a buscar al niño, porque el niño estaba en situación de crisis. Mi nieto lloraba y gritaba. De hecho, el pequeño contó que él no entendía lo que hablaban los policías, porque lo tenían en una oficina y todos hablaban inglés. ¿Quién nos responde a nosotros por la integridad mental de ese niño? ¿Quién nos responde por la integridad física, mental, de nosotros? ¿Quién responde por todo lo que estamos pasando? Para mí, esto es una verdadera humillación», describe con lágrimas contenidas, Luismary Gómez.
Su hijo, de 26 años, fue apresado el 8 de marzo en Milwaukee, una ciudad gringa en el estado de Wisconsin. Durante un mes y varios días estuvo recluido en un centro de detención en Brownsville, Texas. Durante ese lapso, sus familiares, incluida su esposa, mantuvieron comunicación con él. Las conversaciones entre ellos tuvieron lugar hasta el viernes 11 de abril, a las 4:00 de la mañana, describe la madre. Desde esa fecha no supieron nada más del joven.
Fue tres (3) días después cuando Luismary, quien ya se encontraba bastante angustiada por el paradero de su hijo, lo vio a través de un video que circuló en redes digitales. Estaba esposado, rodeado de policías, mientras descendía de manera obligada, de un avión en las adyacencias del Cecot, la megacárcel que Bukele inauguró en febrero de 2023 en Tecoluca, un municipio en el Departamento de San Vicente, El Salvador.
Ya casi al borde del llanto, señala que «estábamos esperando la deportación a Venezuela, porque él firmó su deportación. Mi hijo firmó la deportación, él firmó la expulsión inmediata, porque él me dijo: ‘mamá, no vale la pena luchar, porque a nosotros no nos van a dejar acá’…».
Desde la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Venezuela, ubicada en el municipio Chacao, estado Miranda, donde acudió junto a otras madres, padres y demás familiares para exigir una fe de vida de los secuestrados, agrega a este medio: «No queremos que lo devuelvan a ese país, a Estados Unidos; no queremos, porque ya el sueño americano se convirtió en una pesadilla americana, queremos que lo devuelvan a nuestro país».
Un niño que quiere a su padre de vuelta
Luis Edixon Chacón Gómez, es padre de tres (3) hijos menores de edad. Uno de seis (6), otro de cuatro (4) que presenta una condición especial, y el menor de dos (2), explica Luismary Gómez. Agrega que el mayor, a quien le tuvieron que decir la verdad, que su papá fue llevado de manera injusta e ilegal a El Salvador, no para de preguntar cuándo va a volver.
Con este medio compartió un video familiar, en donde se observa al mayor de los tres hermanos decir que su papá no es un delincuente.
Indica Luismary que sus nietos y su nuera, quienes quedaron en Estados Unidos, se encuentran en una situación precaria, «casi en condición de calle», porque su hijo era quien trabajaba. Manifiesta que la joven quiere regresar; pero no se atreve solicitar su deportación, porque le da miedo que la manden solo a ella a Venezuela, «y le vayan a quitar los niños. No sabemos el proceder de ese gobierno».
«Mi nuera no tiene ayuda de absolutamente nada allá, y aparte de eso tenemos miedo que ella asista a cualquier ente gubernamental en Estados Unidos, porque le pueden hacer lo mismo. Tenemos caso de amigos que los deportaron a ellos, y los hijos quedaron allá. Imagínate cómo quedarían esos tres niños», remarca.

Estigmatizado por herida en la pierna y… un tatuaje
Luis Edixon Chacón Gómez, fue señalado por las autoridades gringas de ser miembro del Tren de Aragua, una banda desmantelada en Venezuela, porque tenía una herida en la pierna derecha y varios tatuajes. Así lo explica Luismary, quien ratifica en varias oportunidades a lo largo de la conversación, que su muchacho nunca ha pertenecido a una banda delincuencial, ni tiene antecedentes penales en Venezuela, tampoco en suelo yanqui, y mucho menos en El Salvador, país en el que nunca antes había estado.
Sobre la herida que presenta su hijo en la pierna cuenta que fue un accidente que sufrió en Chile, país al que migró previo a Estados Unidos.
«Cuando lo detienen, el agente que lo agarró lo revisa, y le dice que él es miembro activo del Tren de Aragua, porque él tiene una lesión en la pierna derecha. Mi hijo tuvo un accidente en Chile donde me lo atropelló un carro, tuvo múltiples fracturas», precisa, al tiempo que agrega que el oficial yanqui al percatarse de la herida, de «una vez lo sindicó como del Tren de Aragua (…)».
Sigue narrando que el oficial imperial agregaba que la herida de su hijo, «supuestamente es ‘herida de bala’, cosa que no es cierto. Tenemos las pruebas, tenemos los informes, tenemos todo para probar, primero que mi hijo no tiene antecedentes penales en Venezuela ni en ningún otro país. Segundo, que no son heridas de bala, mi hijo tuvo un accidente» de tránsito.
Sobre el tatuaje, indica que esto no convierte a una persona en criminal, y explica que «mi hijo tiene tatuajes que son significativos: El nombre de su papá, el de él, el de su esposa y mi nombre».

Por curar a su hijo y por el sueño americano
La señora Gómez, oriunda del estado Táchira, relata que antes de migrar, su hijo trabajaba con su padre en una finca ganadera que tienen en la referida entidad andina; pero el joven quería más, especialmente para brindar apoyo al pequeño de cuatro años que lamentablemente estaba «prácticamente parapléjico», pues no podía caminar ni hablar, debido a una condición médica.
«El de cuatro años es un niño prácticamente parapléjico, él se fue con el sueño de curar a su hijo, porque su hijo no hablaba y no caminaba. Gracias a Dios por lo menos eso se logró allá, que ya el niño camina, aunque no habla completamente claro», indica.
Chacón Goméz ingresó a Estados Unidos el 13 de agosto de 2023, dice su madre, quien recuerda que antes había emigrado a Chile, donde durante meses trabajó como delivery, usando para ello una moto, hasta que sufrió el accidente. «Duró tres meses con la cuestión de la operación. Su papá se lo trajo a Venezuela, y estuvo como dos o tres meses aquí» hasta que decidió irse a suelo gringo.

Como otros miles de venezolanos, muchos de ellos influenciados por los medios de comunicación y sectores de la derecha venezolana que los invitaban a migrar, Chacón Gómez tomó el camino del Darién, una peligrosa selva que atraviesa Colombia y Panamá. El joven hizo la travesía con bastón, secuela del accidente previo en Chile. «Los jefes de la selva le enfatizaron a él que no lo querían dejar entrar por la sencilla razón que no le garantizaban que saliera vivo de la selva», relata, al tiempo que agrega que el núcleo familiar pasó seis (6) días en esa selva.
Dice que a su hijo y a toda su familia, el «sueño americano» se le convirtió en una pesadilla.
No vamos a aceptar chantaje de Bukele
Luismary Gómez condenó la propuesta que hizo el domingo 20 de abril el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, concerniente a canjear a los migrantes venezolanos secuestrados en el Cecot por terroristas detenidos en nuestro país, luego de haber atentado contra la democracia y la paz en Venezuela.
«Quiero hacer énfasis en lo que está proponiendo el presidente Bukele. Nosotros no tenemos porqué aceptar chantaje. Eso es un chantaje, él no nos puede hacer un intercambio por delincuentes, porque nuestros hijos no son delincuentes. Nuestros hijos son muchachos sanos que se fueron por un mejor futuro. Entonces, yo, particularmente como madre hablo por mi hijo, y hablo por los hijos de todas las madres que están aquí, nuestros hijos no son delincuentes, no tenemos porqué aceptar ese chantaje», expresa.
«Nosotros no vamos a aceptar ningún chantaje de un gobierno fascista (…) En este momento se creen jueces y verdugos del mundo entero», agrega.
Denunció además que más de 200 venezolanos no solo están retenidos de manera forzosa en la referida nación centroamericana, sino que están siendo denigrados como seres humanos, como es el caso de su hijo.
Argumenta que en varios medios sale la foto de su hijo, cuando lo trasladan al Cecot, y lo señalan de ser criminal. «Es algo denigrante, porque aunque nosotros como padres sabemos que él es inocente, estamos claros que también lo están denigrando como persona (…) Entendemos que las redes sociales son invasivas; pero tampoco podemos permitir que a nuestros hijos nos los pongan de esta manera», denuncia.

En una parte de la conversación que se dio en medio de la lluvia acaecida en los últimos días sobre la Gran Caracas, agrega: «Si uno de nuestros hijos debe algo, que lo pague en su país».
Manifiesta que las madres, padres y familiares de los secuestrados venezolanos, seguirán en pie de lucha hasta lograr la liberación.
Bukele admitió el domingo 20 de abril que mantiene secuestrados a 252 venezolanos en el Cecot.
«Queremos, en nombre de todas las madres que estamos aquí, que limpien el nombre de nuestros hijos y que nos los devuelvan», indica con fuerza.