Néstor Rivero Pérez

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El 17 de febrero de 1966 fue suscrito el Acuerdo de Ginebra entre Gran Bretaña, la entonces Guayana Británica (hoy República Cooperativa de Guyana) y el gobierno de Venezuela.

“De mutuo acuerdo”

Según dicho acuerdo, toda decisión sobre el diferendo venezolano-guyanés, debe ser tomada por ambas partes, según lo establecido en Ginebra. Así se lee claramente al final del presente párrafo: “Si el Gobierno de Venezuela y el Gobierno de Guyana no hubieren llegado a un acuerdo, referirán la decisión sobre los medios de solución a un órgano internacional apropiado que ambos gobiernos acuerden”.

El Acuerdo, reconocido por los anteriores gobiernos de Cheddy Jagan y Forbes Burnham, hoy pretende ser ignorado por el gobierno guyanés.

El acuerdo

En 1966 Guyana urgía que Venezuela reconociese su independencia. Y para Venezuela era vigente el reclamo venezolano sobre el territorio que le fue arrebatado en 1891 mediante el fraudulento Laudo de París de ese año. De allí la mutua utilidad del Acuerdo de Ginebra de 1966.

Despojo de territorio

El Territorio Esequibo, con más de 150 mil kilómetros cuadrados, formaba parte desde tiempos de la Colonia, de la provincia de Guayana, e integraba la Capitanía General de Venezuela.

Y como tal, sigue formando parte hoy de la República Bolivariana de Venezuela. Fue usurpado por Inglaterra mediante actos de fuerza, adulteración de líneas limítrofes, amenazas y flagrante violación de los procedimientos que ya para 1891 se reconocían en materia de diferendos limítrofes dentro del Derecho Internacional.

Venezuela nace en el Esequibo”

El lema “El Sol de Venezuela nace en el Esequibo”, el que han hecho suyo todos los sectores de la vida nacional, civiles y hombres de uniformes, obreros, estudiantes, campesinos, profesionales, amas de casa, jubilados y educadores, reivindica la demarcación natural para la frontera oeste que la patria de Bolívar heredó de la Capitanía General de Venezuela, y que por aplicación del principio universal del Utti Possidettis Iuris (Como poseíais seguiréis poseyendo), corresponde a la actual República Bolivariana de Venezuela.

Factor de perturbación

Si bien la parte venezolana ha sostenido al paso de las décadas, su indeclinable vocación a zanjar en paz la controversia, un factor inusitado se involucra como tercero en discordia para enturbiar las negociaciones, que de por sí son laboriosas y requieren que ambas partes muestren paciencia, respeto y proactividad, en función de la solución definitiva. Y se trata de que la petrolera estadounidense Exxon Mobil pretende extraer hidrocarburos en una franja del Esequibo inexcusablemente perteneciente a Venezuela.

El poder financiero y comercial de la corporación más importante de la energía a nivel planetario, constituye elemento de perturbación al instigar al actual gobierno de la República Corporativa de Guyana, a violentar sus compromisos históricos, vinculantes e inexcusables, respecto al Acuerdo de Ginebra.

Laudo nulo e írrito

Mediante el documento de Ginebra la antigua colonia inglesa, Guayana Británica, ahora con el nombre de República de Guyana, quedó obligada a partir de 1966, a encontrar “solución satisfactoria para la controversia”.

Así, el Acuerdo a la letra reza: “ARTÍCULO 1: Se establece una Comisión Mixta con el encargo de buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia surgida como consecuencia de la contención venezolana de que el laudo arbitral de 1899 sobre la frontera entre Venezuela y Guayana Británica es nulo e írrito (…)  Fuente: https://treaties.un.org.

 Sinóptico

 1860

Coplé y la ausencia de Zamora

El 17 de febrero de 1860, a cinco semanas de la desaparición física del General del Pueblo Soberano Ezequiel Zamora, el Ejército Federal al mando de su sucesor Juan Crisóstomo Falcón, sufrió en Coplé -a doce kilómetros de San Fernando de Apure-, una dramática derrota por parte de las fuerzas centralistas jefaturadas por el prócer de la Independencia y oficial conservador León de Febres-Cordero.

El examen de este hecho de armas permite una mejor comprensión en torno a las causas de la prolongación de la Guerra Federal, cuya terminación, luego de la batalla de Santa Inés el 10 de diciembre de 1859, se veía si no próximo, sí bajo la conducción de Ezequiel Zamora, para un mediano lapso de uno a dos años máximo. Tanto en la estrategia de campaña como en el carácter social que el Ejército Federal asignaba a la guerra hubo cambios, tras la desaparición física del General del Pueblo Soberano.

Mala hora

Uno de los aspectos donde se notó de modo inmediato la diferencia entre la nueva conducción de Falcón y la anterior de Zamora, fue sin duda en la determinación del momento de dispersar y enviar las fuerzas federales a sus respectivos territorios de origen. Falcón toma la decisión de hacerlo luego de la derrota en Coplé. Decisión que según autores como F. González Guinand, influyó decisivamente en el estado de incertidumbre de la Guerra Federal.

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