VEA/ Carlos Batatin

A 55 años del asesinato del periodista Fabricio Ojeda, registrada durante el 21 de junio de 1966, se realizó desde el Panteón Nacional el acto en homenaje, a quien se le brindó honores por su importante rol en la Junta Patriótica que hizo posible el  derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Durante el acto tomó la palabra  José Luis Alcalá Ojeda,  su nieto,  quien manifestó que en la actual coyuntura en la que  Venezuela se enfrenta a la derecha nacional e internacional y a los apátridas,  “Fabricio nos llama al combate todos los días, Recordar a Fabricio es recordar a un Miranda, a un Bolívar y a un Zamora. El llamado es a continuar con la batalla de la Revolución Bolivariana y reconoció que con Chávez se le dio la apertura de continuidad a estas luchas. la consigna, La línea justa es luchar hasta vencer”.

En el homenaje se realizó una ofrenda floral ante el sarcófago del comandante guerrillero, quien fue catalogado por la alcaldesa de Caracas, Erika Farías, como un venezolano  gigante, “porque nos enseñó que la estrategia es luchar para vencer y dejar todo por la Patria”. Argumentó que “vinimos a recordar y a celebrar su vida,  porque  fue un joven capaz de entregar todo para consagrarse a la vida, a la generación».

Posteriormente, intervino el diputado Fernando Soto Rojas, especificando que “estamos hoy lunes 21 de junio en la era Bicentenario de la Batalla de Carabobo y en Mausoleo sagrado del Panteón Nacional. Nos convoca otro mártir de la resistencia heroica de este escritor, diputado popular al Congreso Nacional, político, luchador…el Día de los Mártires se conmemora cada 21 de junio en honor a Ojeda, de quien se presume fue víctima de asesinato durante el Gobierno de Raúl Leoni”.

Los restos de Fabricio Ojeda, conocido como el Comandante Roberto, fueron llevados al mausoleo donde reposan Los Próceres de la Patria en enero de 2017, para realzar su entrega, valor  y lucha por la libertad del pueblo de Venezuela ante la opresión.

El 11 de junio de 1957, Ojeda,  utilizó su propia residencia para la primera reunión preparatoria de la Junta Patriótica, con la clara visión de  impulsar, junto al pueblo, la definitiva liberación nacional de la dictadura ejercida por Marcos Pérez Jiménez.

Organizó un frente universitario, un comité obrero, estableció contactos con las Fuerzas Armadas Nacionales y convocó a múltiples movilizaciones sociales, a fin de realizar una huelga general. En la madrugada del 21 de enero de 1958, día del paro, se escuchó a través de Radio Caracas Radio “Les habla Fabricio Ojeda, presidente de la Junta Patriótica (…)”. 

Su  vida transcurrió entre la política, el periodismo y la lucha revolucionaria. Como joven revolucionario y jefe de la Junta Patriótica, emprendió el combate popular un antes y un después de la caída de la dictadura.

Tras conformada la junta de gobierno, integrada  militares y empresarios se llamó  a elecciones mediante las cuales resultó electo como presidente   Rómulo Betancourt, por  Acción Democrática, y  Ojeda diputado al Congreso  por  Unión Republicana Democrática.

Con el pasar del tiempo,  Fabricio como parlamentario  constató que   esa instancia legislativa  estaba lejos de construir una patria libre, independiente y soberana, con cabida y derechos para todas y todos. Se convenció que la revolución que derrocó a la dictadura había sido traicionada y renunció al parlamento el 30 de junio de 1962.

Cuatro años después, el 21 de junio de 1966, durante el gobierno de Raúl Leoni fue apresado y recluido en el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. Allí fue torturado y asesinado, mientras que el general Ramón Florencio Gómez, ministro de la Defensa para aquel momento dijo  que el líder guerrillero se había” suicidado”.

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