AN repudia acciones hostiles contra soberanía de Venezuela y sus instituciones
Los parlamentarios aprobaron un documento donde condenaron la agresión del imperio yanqui contra la nación venezolana. Foto AN

VEA / Asamblea Nacional
La Plenaria de la Asamblea Nacional (AN) repudió las acciones hostiles del imperio estadounidense
contra la soberanía de Venezuela y sus instituciones, así como las amenazas y actos terroristas que
atentan contra la integridad del presidente de la República, Nicolás Maduro, y otros altos funcionarios
del Estado venezolano.
Así quedó manifiesto en la sesión extraordinaria de este miércoles 20 de agosto, donde la mayoría absoluta de los parlamentarios aprobó el acuerdo que presentó la jefa del Bloque de la Patria, diputada Tania Díaz (PSUV/Nacional), quien explicó que el objetivo principal del documento es reafirmar la integridad territorial y la autonomía de Venezuela, frente a las amenazas o cualquier forma de injerencia externa.
Díaz detalló que el texto del acuerdo resalta la potenciación del sistema popular de protección para la
paz, instancia central de la organización de inteligencia social en todos los ámbitos de seguridad de la
nación y en la consolidación de la prevención integral y la convivencia comunitaria.
Fortalece la organización del pueblo venezolano para la defensa integral de la patria, mediante la fusión popular militar policial y la organización territorial de defensa en unidades productivas,
sectoriales y territoriales.
Además, el documento reafirma la posición histórica en la irrestricta defensa de la patria y las causas
justas, frente a las pretensiones imperiales de los Estados Unidos de América y sectores mercantiles de
la extrema derecha venezolana, quienes intentan vulnerar la paz, el orden y el bienestar del pueblo.
A la aprobación de este acuerdo se le suman dos puntos propuestos por el presidente de la instancia
parlamentaria, diputado Jorge Rodríguez (PSUV/Dtto. Capital), que son promover la unión nacional de
todo el país por la paz y defensa de la soberanía, e iniciar una ofensiva diplomática, en la misma línea
del primer punto, en los parlamentos del mundo con los cuales se mantienen relaciones.