Armas con uranio empobrecido: Occidente desafía a Rusia 

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La autora es periodista y analista política. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022.

Yoselina Guevara López

@lopez_yoselina

Occidente continúa desafiando a la Federación Rusa. Este 21 de marzo, la subsecretaria de Defensa del gobierno británico, Annabel Goldie, informó que el Reino Unido suministrará a Ucrania municiones con uranio empobrecido 238 (Du). Este armamento completaría los 14 tanques Challenger 2 y estaría destinado principalmente a destruir los tanques rusos T-90m que están entrando en Ucrania en mayores cantidades. Por su parte, desde el Pentágono se disocian de la declaración británica; a la pregunta si Estados Unidos suministraría este tipo de armamento a Kiev, el general Pat Ryder, portavoz del Pentágono, respondió tajantemente: «No, que yo sepa».

 

Reacción desde Rusia

La reacción de Moscú no se hizo esperar; con respecto a la entrega de municiones a Ucrania, el Presidente Vladimir Putin declaró: “Si todo esto ocurre, Rusia tendrá que responder en consecuencia, teniendo en cuenta que el Occidente colectivo ya está empezando a utilizar armas con un componente nuclear”. De hecho, el jefe del Kremlin anunció este 25 de marzo, que Rusia desplegará armas nucleares tácticas en Bielorrusia, aunque no transferirá el control de las mismas a Minsk.

Así mismo, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, en cuanto a las explícitas intenciones del gobierno británico, declaró que “el suministro de uranio empobrecido violaría el derecho internacional”, añadiendo que “estas acciones socavan la estabilidad estratégica en todo el mundo” y que el paso dado por Londres “acabará mal”.  El ministro de Defensa ruso, Sergei Sojgu, afirmó que “estamos incluso a un paso de una colisión nuclear”.

 

OTAN y el uso del uranio empobrecido

A través de los medios de comunicación londinenses, se está llevando a cabo una campaña para restar importancia a los nocivos efectos secundarios de las armas con uranio empobrecido, en el enésimo intento de desinformar a la opinión pública y desestimar las numerosas manifestaciones en contra del envío de este armamento a Kiev. Inclusive, el gobierno británico ha llegado al cinismo total al afirmar que “el ejército británico lleva décadas utilizando uranio empobrecido en sus proyectiles perforantes. Es un componente estándar y no tiene nada qué ver con armas o capacidades nucleares».

En efecto, algo de verdad hay en esas declaraciones, porque los únicos que hasta ahora han utilizado exclusivamente las municiones de uranio empobrecido en los conflictos armados, han sido los países que forman parte de la OTAN. Por ejemplo, de acuerdo a la ONU, entre  2003 y 2004, Estados Unidos utilizó ampliamente este tipo de municiones en los ataques contra objetivos en las ciudades iraquíes. Para ello, Washington empleó al menos 300 toneladas de uranio empobrecido, haciendo que la contaminación radiológica reinante en la ciudad de Faluya, Irak, fuese mucho peor que las de Hiroshima y Nagasaki tras los bombardeos nucleares de Estados Unidos en 1945. Según el gobierno iraquí, en 2005 la incidencia del cáncer en el país como consecuencia del uso de las municiones con uranio empobrecido, aumentó de 40 a 1.600 casos por cada 100.000 habitantes.

En el año 1999, en los bombardeos contra Yugoslavia, la OTAN utilizó unos 40.000 proyectiles aéreos perforantes con un total de más de 15 toneladas de uranio empobrecido. Esta fue una operación sangrienta por parte de la Alianza Atlántica, la cual inició el 24 de marzo hasta el 11 de junio de 1999, sin tener autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. En los países de la antigua Yugoslavia también se registró un aumento del 25 % en las tasas de cáncer como consecuencia de la utilización del uranio.

Inclusive, un informe del Instituto de Política Medioambiental del ejército estadounidense al Congreso en 1994, señala que “no existe ninguna tecnología para reducir la toxicidad del uranio empobrecido”. En referencia a  la limpieza de las zonas donde se utiliza este tipo de municiones, los investigadores de dicho instituto afirman que es extremadamente “difícil quitar los restos y eliminar la contaminación”.

 

Destrucción de Ucrania

Causa estupor que los países que conforman la OTAN, conozcan perfectamente  los efectos negativos de las municiones de uranio empobrecido, cuyo uso puede causar daños irreparables a la salud de los soldados de las fuerzas militares ucranianas y de la población civil. Sin embargo, el Reino Unido se ha mostrado firme y dispuesto a suministrar tales armas a Ucrania. Pareciera que el objetivo es destruir completamente a ese país, porque además de infectar a la población ucraniana, puede causarle un enorme daño económico al complejo agroindustrial ucraniano, sobre todo a la producción agrícola y ganadera, no solo porque no se podría consumir los productos ucranianos a nivel interno, sino también porque la contaminación radiactiva anularía la capacidad de exportación de cualquier rubro, no solo por años sino inclusive por décadas o siglos.

Por ahora no nos queda otra alternativa sino esperar que la sensatez prevalezca; sobrevive la esperanza de un diálogo que pueda iniciar China entre Rusia y Ucrania, que lleve a que al fin se logre al menos una tregua con la promesa de una paz que hasta ahora ha sido inalcanzable.

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