Aryenis y Alfredo: Café, pan y abrazos en primera salida en libertad

VEA / Carlos Batatin

Con olor a pan recién sacado del horno y con una taza de café bien caliente fueron recibidos los jóvenes Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos, exgerentes de Pdvsa, al llegar a la panadería La Minka, ubicada en la avenida Baralt, en la ciudad capital.

El encuentro estaba previsto para las 10:00 de la mañana, sin embargo, por ser Miércoles Santo, día de la procesión del Nazareno de San Pablo, el itinerario sufrió algunos cambios. Llegaron un poco después  y los saludos y abrazos no se hicieron esperar  por quienes estaban allí presentes para darles la bienvenida.

Una vez dentro, unidad productiva administrada por el Colectivo Minka, una de las personas que atiende les dio un fuerte abrazo. Seguidamente les sirvió una taza de café acompañada por un bizcocho. Casi que todos los presentes tuvieron que hacer cola para  estrechar las manos de Aryenis y Alfredo.

Los extrabajadores de Pdvsa, quienes desde el sábado 1 de abril gozan de libertad plena, tras haber permanecido bajo arresto domiciliario  desde el 10 de febrero del año 2021,  y vivir en carne propia una tortuosa ruta judicial, expresaron su emoción entre risas y llanto con cada palabra de fortaleza expresada por familiares, amigos e integrantes de la Comuna Miraflores, Eje 1, perteneciente a la parroquia Altagracia.

Pan con guayaba

Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos, desde ese 1 de abril no habían salido a ningún lugar público y fue ese el primer sitio donde compartieron al aire libre luego de haber recibo la boleta de excarcelación.

Por sus instalaciones realizaron un recorrido e intercambiaron opiniones con los trabajadores que se encontraban en plena faena fabricando el pan que sería vendido a mediodía. Allí conocieron a Francisco, a quien cariñosamente llaman Chichi.

Al momento en que ambos se acercaron a saludarlo uno de los presentes le dijo que Chichi era quien hacía el pan con guayaba que solían llevarles cuando se encontraban en los calabozos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en Boleíta.

Luego del abrazo de rigor, intercambiar  palabras y expresar un claro y rotundo agradecimiento por la elaboración del pan de guayaba, Aryenis señaló que era la primera vez que visitaba esa panadería, a lo que inmediatamente ripostó Alfredo que ella era la encargada de hacer el pan de jamón en cada época decembrina.

En la entrada principal conversaron con todas las personas que celebran su libertad.

Relataron cómo fue el trato que recibieron en prisión y que pese a ello siguen creyendo que vale la pena luchar por la verdad y por una justicia transparente.

El gran ausente, de acuerdo con el coordinador del área de formación del Colectivo Minka, Luis Jiménez, oriundo del estado Lara, fue el desaparecido sociólogo y profesor universitario Carlos Lanz, quien jugó un papel fundamental en el fortalecimiento ideológico de quienes militan en el movimiento popular.

Eterno agradecimiento

Aryenis y Alfredo reiteraron que no tenían palabras para agradecer al pueblo la permanente batalla para lograr su libertad, «porque venir acá y sentir esa cercanía, ese abrazo tan bonito y lleno de más esperanza, no hay como retribuirlo». «Nunca nos hemos sentido solos ni aun cuando estuvimos desparecidos porque el pueblo llano siempre estuvo con nosotros, porque esta lucha no es solamente de Aryenis y Alfredo, sino de todo un colectivo que lucha para que la verdad se sepa y se imponga», expresaron.

Relataron que desde que comenzó todo el proceso judicial en su contra, sus familiares residenciados fuera de Caracas, recibieron apoyo incondicional del colectivo. «En los primeros días de incertidumbre les dieron comida y abrigo. Esa es una de las tantas razones por la cual estamos aquí presente».