Autosecuestro o súbete a mi moto
El autor es periodista. Fotos Internet.

Carlos A. Batatin
Aunque recuerdo exactamente el personaje que habló por primera vez de «autosuicidio», no quiero mencionarlo. Sin embargo, cierro mis ojitos que llevan años viendo pasar el agua bajo el puente porque todavía no salgo de mi asombro de ver cómo los medios de comunicación bien pagados o aliados dentro de la conspiración que existe contra Venezuela, nunca utilizaron la palabra «autosecuestro» este jueves 9 de enero.
Ellos aseguraron que pasadas las 3:00 pm, se registró en Caracas, al este de la ciudad, un espectacular «secuestro, detención policial o algo parecido» contra una muy conocida dirigente política en Venezuela, a quien se le perdió una carterita azul. No obstante, «yo me encuentro bien, segura, a salvo, se me cayó mi cartera azul donde tenía mis pertenencias, estoy segura y a salvo».

Aunque fue un poco después el fulano «secuestro» los medios, el papel de las redes sociales fue fenomenal y oportuno para sus intereses , se adelantaron como media hora antes para dar a conocer el suceso. No creo que haya sido culpa por la diferencia de horario que existe entre los países. Lo impresionante fue que la noticia corrió como arroz picado cuando cae al piso.

Con este recién «secuestro», mis neuronas se activaron y recordé de inmediato una de las estrofas de la canción del Grupo Menudo, Súbete a Mi Moto. Los jóvenes de aquel tiempo cantaban: Súbete a mi moto/Ella guardará/El secreto veloz /De los dos.
Me explico, el conocido hecho se llevó a cabo mientras la persona secuestrada iba de parrillera en una motocicleta bien protegida con un casco negro y una chaqueta de igual color para abrigarse de la brisa que suele perturbar a los pasajeros cuando utilizan ese tipo de vehículos. Como de costumbre lucía su mejor blue jean para desapercibida de sus enemigos durante el autosecuestro.
Por lo visto, el secreto quedó bien guardado entre ella y el conductor del caballo de hierro, porque mientras los detalles del «secuestro» le daba la vuelta al mundo y un poquitín más allá, la víctima tuvo tiempo de hacer un video para confirmar que estaba «todo bien y a salvo» mientras sostenía entre sus manos un envase de agua mineral para refrescar su garganta tras haber pronunciado un prolifero discurso ante «millones de seguidores» que no asistieron a su convocatoria de esas que mientan “Hasta el Final”.
Hablando de final, también se acercó a mis recuerdos la melodía interpretada por Héctor Lavoe: Todo tiene su final/ Nada dura para siempre/Tenemos que recordar/ Que no existe eternidad.