Blanca Flores: El secuestro de mi hermano en El Salvador se ha convertido en una pesadilla para toda la familia

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“Mi hermano no es un delincuente, él es un muchacho trabajador como cualquier otro», afirma. Foto Franklin Domínguez

“Mi mamá no sabe que mi hermano está secuestrado en El Salvador”, relata víctima de las acciones de Trump y Bukele (Ver video)

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

«Esto se ha convertido no solo para mi hermano en una pesadilla, sino también para sus familiares (…)». El doloroso testimonio es de Blanca Flores, que clama por la liberación de su hermano José Gregorio Flores, uno de los 252 venezolanos secuestrados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), ubicado en El Salvador.

En entrevista a Diario VEA, pide a los presidentes de Estados Unidos y El Salvador, Donald Trump y Nayib Bukele, respectivamente que devuelvan a su hermano a Venezuela. “Mi hermano no es un delincuente, él es un muchacho trabajador como cualquier otro, que se para a diario para mandarle comida a su familia».

Cuenta que su hermano tiene tres (3) hijos, uno que ya es mayor de edad y los dos pequeños que viven en Colombia con su madre. Todos ellos saben que su papá está injustamente secuestrado en El Salvador, expone. Refiriéndose a los menores de edad dice: “Son niños que necesitan a su papá, a su sostén de familia”.

“Mi hermano no es una persona que tiene antecedentes penales, no entiendo porqué en vez de mandarlo a su país lo mandan allí, porque, primero que nada, él no tiene que pagar nada en El Salvador, no sé porqué está ahí realmente”, agregó con angustia a finales de mayo de este año desde la plaza Andrés Eloy Blanco, mientras esperaban una reunión en la sede de la Vicepresidencia de la República.

“Ya quiero que lo devuelvan, que esté aquí, eso es todo lo que pido. Muchas madres están sufriendo, hermanos, esposas”, añade muy afectada.confiesa su temor de que su madre se entere de la situación de su hermano, aunque manifiesta que seguramente ese momento tendrá que llegar, porque la detención de los 252 venezolanos en El Salvador es una noticia que se «ha hecho viral».

No sabemos cómo fue la detención

La familia de José Gregorio Blanco sabe que lo detuvieron el 12 de marzo de 2025 en Estados Unidos, pero no conocen cómo fue el procedimiento.

“Nos enteramos porque él llama a la mamá de sus hijos y así fue que supimos que él estaba detenido, mas no sabemos exactamente dónde lo detuvieron, cómo fue su detención. Realmente no sabemos nada, de cómo está, de cómo se encuentra”.

“Sabemos que se lo llevaron el 17 de ese mismo mes al Cecot, porque hay personas en Estados Unidos que verificaron que sí estaba detenido, y pues le informaron que ya a él lo habían trasladado”, agrega.

Se fue buscando un mejor futuro y encontró una pesadilla

José Gregorio Blanco decidió migrar de Colombia (donde estuvo por un año) a Estados Unidos; buscaba un mejor futuro para sus hijos, para su mamá, para su pareja, narra su hermana, quien dice no entender porqué una persona que se fue con esperanzas de encontrar algo mejor “la oportunidad se te convierte en una pesadilla”.

“Estos muchachos que se van buscando oportunidades no las tienen en otro país, porque no tienen apoyo, porque simplemente los tratan como delincuentes. ¿Dónde están sus derechos? Se los están violando; son seres humanos”, exclama.

“A mí me da indignación, molestia. Estoy molesta, estoy dolida, tengo rabia, impotencia, porque no sabemos cómo ayudarlos”.

Antes de emigrar José vivía en Caracas, trabajaba en una panadería. “Partió por la situación del país, buscando un nuevo porvenir”.

Sin respuestas de la ONU ni de la Cruz Roja Internacional

Al igual que cientos de familiares, Blanca Flores ha participado en reuniones con representantes de la organización de las Naciones Unidas, ONU, y la Cruz Roja Internacional, que están al tanto de lo que sucede con los venezolanos secuestrados en El Salvador; sin embargo, continúan sin obtener respuestas concretas de estos organismos, a los que le han pedido los ayuden a conseguir fe de vida de los retenidos ilegalmente, así como su liberación.

“No tenemos ninguna respuesta, no sabemos nada, es desesperante”, acota.

Añade: “Le pido ayuda a todo aquel que nos la pueda dar. Le pido ayuda a todos los organismos internacionales, a todo aquel que nos vea, que nos metan la mano, nos apoyen. Necesitamos ver a nuestros familiares, saber si están bien, si están vivos, porque yo hasta los momentos no sé si mi hermano comió, si respira, no sé. Necesitamos la ayuda de todo aquel que nos la pueda dar”.

Emocionada hasta las lágrimas envía un mensaje a su hermano: “Te amo, y si en mi manos está el que vuelvas, voy a hacer todo lo posible por volverte a ver, por abrazarte. Te amo infinitamente”.  

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