Néstor Rivero Pérez

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El 29 de diciembre de 1816, al día siguiente de su retorno a Margarita, procedente de Haití, el Libertador Simón Bolívar dirigió al general Santiago Mariño, Libertador de Oriente y quien en distintos momentos le disputó el mando supremo, instándole, en pro del triunfo de los ideales patrios, a que se allanasen los desentendimientos entre ambos, con miras a avanzar en la conquista de la independencia de la patria.

La jefatura

Desde la isla de Margarita, el día 29 de diciembre de 1816, el Libertador Simón Bolívar examina en epístola dirigida al general Santiago Mariño las circunstancias de desentendimiento que hasta entonces habían rodeado la amistad entre ambos; y procurando allanar las diferencias que les afectó en distintos momentos, le insta a cultivar el amor por la gloria, que siempre habría distinguido al jefe oriental en el curso de la emancipación. Y le recuerda las graves dificultades que juntos debieron enfrentar para sortear el desconocimiento de terceros.

 

El Libertador de Oriente

Santiago Mariño -con el auxilio de su hermana Concepción y acompañamiento de un grupo de arrojados patriotas exiliados en el islote de Chacachacare (Trinidad)-, había comenzado en enero de 1813 la Campaña Libertadora de Oriente. Y poco antes de que Simón Bolívar arribase victorioso a Caracas liberó de españoles el territorio desde Barcelona hasta Cumaná y Carúpano.

Jefatura suprema

Habiendo sido reconocido con las preseas de General y culminado su gesta regional antes que el héroe caraqueño, Mariño se preciaba de no tener por qué subordinarse al mando único que desde su primer momento exponía Bolívar en sus comunicaciones, con el objeto de lograr una sola conducción y plan de operaciones en la guerra contra los españoles. En todo caso Mariño expresaba en su circunstancia el mismo fenómeno que en 1818 acontecerá con José Antonio Páez, caudillo del Apure y Barinas, para quien resultaba difícil someterse a otro comando, cuando los llaneros lo habían proclamado como autoridad suprema.

Nobleza y ambiciones

Fuertes temperamentos se cruzaban con el propósito generoso de guerrear por la patria, a la vez, que ambiciones de alto tenor y el halago de círculos de obsecuentes, en tiempos en que -entre 1813 y 1817- no se definía completamente el liderazgo de Bolívar.

 

Guerreros díscolos

En el curso de la I República el único mando militar reconocido fue el de Francisco de Miranda, aureolado por sus triunfos en Valmy (Francia), y campañas en África y Norteamérica. Sin embargo, tras su prisión de 1812 y la diáspora patriota que le siguió, surgirán a partir de 1813 jefaturas con ascendiente en regiones del país. Los caudillos orientales, liderados por Mariño, veían a Bolívar como jefe del Centro, erigiendo el Estado separado de Oriente. El fuerte regionalismo y la emulación de quienes se creían con tanto o mayor mérito que el Libertador, explican las rivalidades que afloraron en momentos de derrota y que arrojarán a Bolívar al exilio.

“El poder sin la virtud es un abuso”

“General, yo soy el mejor amigo de Ud. Desgraciadamente los de Ud no lo son míos; de aquí nacen todas alteraciones que hemos sufrido (…). Compañero, amigo, acuérdese Ud siempre de Castillo. Solo porque él fue disidente no debe Ud serlo jamás. Acuérdese Ud de (José Félix) Ribas; él fue tan desgraciado como fue inicua la conducta que tuvo con Ud. Temamos los mismos escollos donde los otros han perecido (…). El poder sin la virtud es un abuso (…). Ud posee todo el que conviene a…su propio honor; en busca de otro mayor no pierda Ud el que tantos sacrificios le ha costado” (Simón Bolívar a Santiago Mariño. 29 de diciembre de 1816).

Sinóptico

1821

Hace 200 años Caracas “Jura” Constitución de Cúcuta

Este día la Municipalidad de Caracas dictó acuerdo mediante el cual se disponía celebrar el acto de “Jura” de la Constitución aprobada por el Congreso de Cúcuta de aquel año, que confirmó el nacimiento de la Gran Colombia, unión de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador. Para la época, las municipalidades representaban la soberanía de la nación. Y su decisión daba legitimidad a la configuración del nuevo Estado. En estos días finales de 1821, el Libertador se encontraba al frente de la Campaña del Sur. Entretanto, en Caracas convocadas las corporaciones civiles, militares y eclesiástica, se reunieron un día como hoy para expresar su consentimiento a la Constitución de Cúcuta“(…) y accionando con la Constitución (el Sr Comandante General) dijo: “¡Compatriotas, he aquí la Constitución del Estado: la Ley Fundamental de la Gran Colombia de que pende la felicidad de los pueblos; oídla y hallaréis en su lectura el más precioso tesoro que pueda apetecer nuestro patriotismo: Libertad, Igualdad, Propiedad y Seguridad”(…). Entonces, tomada la Constitución…la entregaron al Regidor Pulido…y vuelto al pueblo dijo “Grancolombianos…ella os asegura el más rico patrimonio…es indispensable sostenerla y hacerla sostener” (Semanario Correo del Orinoco, Angostura, 9 de febrero 1822).

2 pensamientos sobre “Bolívar y Mariño: Amistad y escisión

  1. Excelente..! me pon a pensar en diversas conclusiones, lo complejo del comando, no solo en Gurra si no en lo civil y mas aun en la correcta administracion ligado a los sentimointos del pueblo, Simon Bolivar desde sus campaña admirable, jfe supremo del centro, sin embargo emerge el agardecimiento de los pueblos asia generals como Mariño libertador de oriente, tambien el General Jose A. Paez dsde los llanos y barinas, pero que tambien lo aclaman como su libertador y que dcir de piar aun aclamado en Guayana como su libertador, marcas dificiles de borrar pero que se debio ordenar pára consolidar la independencia, gloria para todos y cada region dara las virtuds a sus heroes qu sin duda las meresen

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