Néstor Rivero Pérez

El 5 de mayo de 1818 nació en la ciudad de Tréveris (Alemania), Carlos Marx, a quien puede reconocerse su condición como el pensador social y filósofo más influyente de todos los tiempos.

 

La idea de cambio social

Efectivamente, la repercusión de la obra de Marx sobre el pensamiento y la acción política de los intelectuales y líderes de los últimos ciento cincuenta años, sobrepasa el legado de cualquier otro teórico o filósofo de la política. El aporte de este filósofo del cambio histórico a la comprensión en torno al modo en que evoluciona y se transforma toda sociedad, desde las formaciones nómadas hasta la sociedad industrial, responde a un método de estudio que exige mucho rigor científico.

Dialéctica y lucha de clases

En primer lugar Marx parte de la idea de que toda sociedad se encuentra en ebullición, en un movimiento continuo en medio del cual los grandes compartimientos de dicha sociedad, las clases sociales, chocan continuamente y dicho movimiento no se produce de modo silvestre, sino tiene unas leyes que se desarrollan a partir del estrado o formación histórico-económica por la que transita dicha sociedad, concebida como gran cuerpo viviente.

 

Genio y polémica

Para referirse a la estatura intelectual de Marx, Federico Engels, su gran amigo, señalaba que “frente a Marx, todos éramos el segundo violín; él era un genio, los demás a lo sumo, hombres de talento”. Una obra que, en el plano teórico contiene tanta riqueza de posibilidades y sugerencias para proseguir líneas de investigación como la mercancía en tanto célula del capitalismo, plusvalía, renta del suelo, organización de la comuna, acumulación originaria en países periféricos, filosofía de la praxis, superación del divorcio entre trabajo manual e intelectual; y la clase trabajadora, como fuerza revolucionaria por excelencia, debía provocar, como en efecto lo hizo, la reacción más virulenta por parte de los sectores privilegiados de la sociedad. Campañas de descalificación contra el gran pensador no cejaron desde los días en que escribió su célebre frase “Un fantasma recorre el mundo” en 1848, hasta hoy. A lo largo del siglo veinte, académicos de elevado prestigio en círculos de la derecha, escribieron algunos de sus libros más reconocidos, para despotricar del pensamiento de Marx.

Autores en la liza

Karl Popper produjo su voluminosa reflexión La sociedad abierta y sus enemigos, como ataque frontal al pensamiento de Marx tachándole de ser heredero de la sociedad cerrada que planteaba el filósofo Platón en su proyecto de reorganización de la sociedad desconociendo, Popper, el rigor de Marx al explicar mediante el método de dialéctico, la transición entre los estadios de desarrollo social y de un modo de producción a otro. Marx, prevé la superación del reino de la necesidad, propio de la sociedad de clases, para el ejercicio pleno de la libertad por los seres humanos.

 

Otros antagonistas

Ludwig Von Misses publicó El socialismo, compendio de dogmas neoliberales, justificando el desmantelamiento del Estado, trasladando sus atribuciones al mercado. Otro tanto es, en el marco de la Guerra Fría intelectual, el discurso de Raymond Aron. En todo caso, el resurgimiento del pensamiento socialista en estas primeras décadas del siglo XXI a lo largo del planeta, reivindica el portentoso esfuerzo adelantado por el autor de los Grundrisse y Contribución a la Crítica de la Economía Política cuando enfrentó los aparatos de ideas del gran capital.

Seguidores

A propósito de la instauración del Premio Libertador del Pensamiento Crítico, en Venezuela, autores como Iztván Mezsáros, Enrique Dussel, Atilio Borón, Jorge Veraza, Ignacio Ramonet, entre otros, han contribuido a desentrañar nudos temáticos dentro de una visión crítica frente a un modelo de modernidad que remachó la división internacional del trabajo.

Sinópticos

1821

Hace 200 años murió Napoleón Bonaparte

Tras imponerse a Europa a partir de 1801 como Primer Cónsul y luego Emperador, para caer prisionero tras la Batalla de Waterloo de 1815, Bonaparte fue enviado prisionero en 1815 a la isla de Santa Elena (Atlántico sur), donde fallecerá de cáncer en el estómago. Luego de iniciar su ascenso al poder en 1794 como capitán de artillería al servicio del “Directorio” liderado por Paul Francois Barrás, el joven militar nativo de la isla de Córcega se cubrirá de gloria en la Campaña de Italia de 1797, para pasar luego a Egipto. De allí retornará, en 1799, a París, donde encabeza el golpe de Estado del 18 Brumario, a raíz del cual se instala en el poder como uno de los tres cónsules, al lado de Sieyes y Ducós. En 1804 se erigirá como “Emperador de los Franceses”.

Napoleón fue quizá el más grande capitán de tropas que haya conocido la historia, querido por sus generales y soldados; como gobernante suprimió la servidumbre en los países por él dominados, impulsando el Código Civil y la instrucción pública.

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