VEA / Carlos Batatín

«La mentira tiene patas cortas», reconocido dicho popular, y se refiere a la incapacidad de algo que no es cierto para sostenerse en el tiempo por su propia inconsistencia.

Tal es el caso de algunas personas que fingieron haber sido «asesinados» por funcionarios de Seguridad durante los hechos de violencia que protagonizaron sectores de la ultraderecha a cargo de Edmundo González y María Machado, en diferentes regiones, para intentar el desarrollo de una matriz de opinión que terminara desconociendo la contundente victoria de Nicolás Maduro el domingo 28 de julio, cuando fue reelecto como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el período 2025-2031.

Otro de los objetivos fue acusar al Estado venezolano de criminal y violador de derechos humanos, pero la mentira se les cayó.

El caso del joven Albert Giuseppe Salazar Alvarado (18), residenciado en el municipio Rómulo Gallegos, en el estado Cojedes, es uno de ellos. Tras haber sido detenido narró en un material audiovisual que se hizo viral en redes digitales tras haber cometido un hecho punible al simular que fue asesinado por los organismos de Seguridad de la entidad. “Cuando totalmente, todo eso es falso porque me encuentro en buen estado de salud”, dijo.

Segundos después de la muerte simulada, Andrés Bello Ramírez, mediante su cuenta en X @AndresBelloCcs, publica un mensaje para «despedirlo»: Vuela alto “pimpina”, ofrendaste tu vida por la libertad de nuestra Venezuela. Ya no volveremos a comer sopa juntos pero Dios iluminará el camino hacia una Venezuela libre”.

En otro párrafo agrega Bello Ramírez: “No eras político, no tenías adversarios, tu único propósito un país mejor. Esto fue en tu Carapita, Antímano».

Sin embargo, como vimos, Salazar Alvarado es oriundo del estado Cojedes, donde está residenciado.

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