VEA / Plataforma de Solidaridad con la Causa Palestina
El 14 de mayo se conmemora la amarga y macabra expulsión de la población nativa semita palestina, de su suelo patrio en 1948, para imponer desde Europa y por europeos un régimen colonial denominado Israel. Un Israel que no guarda ningún vínculo con la antigua tribu semita de Israel. La antigua semítica tribu de Israel pertenece al ancestro de los pueblos semitas, el hoy mundo árabe ,y no a falsos semitas, sionistas indoeuropeos.

El israelí no es israelita
El Israel que se impone en la semítica palestina, desde Europa y por europeos, se funda sobre las bases del genocidio, la supremacía blanca europea, sobre las bases del negacionismo, el colonialismo y la falsificación de la historia y con toda una gran logística financiada por la banca Rothschild. Ese Israel que se impone desde Europa y por europeos desde 1948 en Palestina, es un anacronismo colonial hoy
en nuestro siglo XXI. Es la continuación de la Europa colonial a través del movimiento sionista, que consiste en fabricar un Estado-Nación segregacionista, únicamente para los profesantes de la religión judía y se valen hábilmente del legado religioso semita para ocultar esplendorosamente el horror de la colonización del pueblo nativo semita palestino.
Se trata de un colonialismo que no solo expulsa a la población nativa de su suelo patrio sino que también busca expulsar al pueblo palestino de la Historia.

El exterminio
En toda la década de 1920 Palestina era la mayor exportadora de naranjas en el mundo, de una agricultura, próspera, haciendo parte de cultura y espiritualidad, como en todo del mundo del Levante.
En 1948, más del 70 % de la población nativa palestina era campesina y alfabetizada, en su casi totalidad
desarmada.

Los escuadrones de la muerte sionistas, en coordinación directa con la fuerza imperial Británica, lograron expulsar el 80 % de la población nativa palestina y el 5 % fue asesinada. Masacres, violaciones sexuales a mujeres, mujeres violadas al frente de sus padres, madres violadas al frente de sus hijos. Incendios a cultivos, viviendas y centrales eléctricas, explosión en mercados populares, confiscación de reliquias, robos, destrucción de archivos y patrimonios históricos, descuartizamiento de cuerpos humanos y animales, envenenamiento de aguas. Matanzas de poblado en poblado, más de 400 poblados fueron literalmente arrasados. Palestinos que arribaban a sus tierras y encontraban cadáveres de sus parientes, palestinos que entraban a sus casas y encontraban piernas humanas colgadas, palestinos desesperados preguntando por un familiar y “soldados” de inteligencia europea, rusos, etc., le lanzaban un brazo o una pierna o el cadáver del pariente que buscaban.

”Soldados” que acuchillaban a mujeres palestinas embarazadas y apostaban entre ellos si era un perro o una perra lo que había en ese vientre. El plan era crear un escenario macabro, aterrorizar a la población nativa para que bajo el espanto, huyan y desalojen su tierra patria. Esto es conocido como Al-Nakba.
Y mientras al mundo le hablaban de la grandeza de ese Israel, al mundo le ocultaron la bajeza de una impostora grandeza. El eurocentrismo celebraba el nacimiento del régimen colonial de Israel, como una realización moral, humanista, espiritual e intelectual… estético morbo que calma su mea culpa: El europeo de religión cristiana que masacra a su compatriota europeo de religión judía. El pueblo semita palestino pagará la bestialidad europea, la víctima es culpable, “Israel” es el crimen perfecto.
Un lúgubre trauma y luto habita en las almas de los pueblos semitas. Falastin il habiba, Palestina la amada, así la evocan los semitas. Decir que el 14 de mayo es el aniversario de la Independencia de Israel es una burla, es un fraude moral, es una obscenidad, es un sádico descaro. Es la falsificación de la historia. Un Israel que se impone y disfraza magistralmente bajo el encanto del canto: La tierra que Dios prometió a los Judíos, es decir exterminar al pueblo semita nativo palestino en el nombre de Dios, además en los tiempos de los supuestos valores seculares del occidente.

Otros sionistas para ocultar el rancio discurso religioso y bajo la acrobacia mediática, académica e intelectual, falsifican la historia bajo un cántico, que se trata del “retorno” a la tierra “ancestral” después de 2.000 años, es decir de europeos de religión judía, una doctrina religiosa que proviene del Levante semítico, el hoy mundo árabe. Si la trilogía monoteísta judeo-cristiana-musulmana nació en el hoy mundo árabe, eso no quiere decir que todos los judíos, cristianos y musulmanes sean ascendientes del mundo semita.

Imaginémonos entonces a los chinos o a los rusos musulmanes, hablar de “retorno” a su tierra “ancestral”, es decir la Península Arábiga, cuna del Islam. Sería igualmente válido entonces que los cristianos del mundo soliciten su derecho a un Estado cristiano en Palestina.
Ese anacronismo colonial que se impuso desde Europa y por europeos, no se limita solamente a Palestina, el plan del fascismo sionista es crear la Gran Israel; es decir, tomar otros territorios del mundo árabe, el Líbano, Siria, Jordania, Irak, parte de Egipto, Arabia Saudita, etc. De hecho ese régimen no posee una Constitución nacional para justamente no demarcar o definir sus líneas fronterizas y así expandir su colonialismo.

El mundo árabe, persa, kurdo, son pueblos víctimas directas del fascismo sionista. El proyecto es hacer
desaparecer a estos pueblos milenarios. Mencionaremos un solo ejemplo, la inhumana invasión
estadounidense a Mesopotamia, Sumeria, Babilonia, es decir a Irak, un país árabe, bajo la falsa declaración de salvar a la humanidad ante la existencia de armas de destrucción masiva. Todo este plan fue una creación del colosal poder sionista internacional. De debilitar a los pueblos árabes y expandir su colonialismo.
El sionismo es el más poderoso fascismo de nuestro tiempo histórico. El sionismo es el motor mismo del
salvajismo imperial. Combatir el sionismo es causa de nuestro tiempo… El sionismo no guarda ningún vínculo moral con la sagrada religión judía, al igual que Al-Qaeda no guarda ningún vínculo con la sagrada religión musulmana, e igualmente el Ku klux klan no guarda ningún vínculo con la sagrada religión cristiana.
Hoy en nuestro siglo XXI, nutrámonos de valor contra el fascismo sionista. La lucha por la liberación del pueblo nativo semita palestino, es la lucha por la liberación del mundo.
La liberación de Palestina es un golpe crucial al salvajismo imperial, a esa atrofia imperial en la que el mundo aún se encuentra atrapado.
Por un mundo sin imperios, sí, por la posthistoria de la humanidad. Tenemos una cita con la historia y es la liberación de Palestina. Tenemos una deuda con la humanidad, abolir el fascismo sionista.

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