VEA / Yuleidys Hernández Toledo

En 2019, en los medios de la derecha, resaltaban los grandes titulares del apoyo del gobierno de Juan Orlando Hernández, entonces presidente de Honduras, a la inexistente presidencia del golpista Juan Guaidó. Tres años después, cuando el mandatario centroamericano tiene solicitud de extradición por parte del régimen de Estados Unidos, EEUU, por vínculos con el narcotráfico, pocos son los titulares destacando la amistad entre ambos derechistas.

Guaidó ni siquiera ha escrito un mensaje en Twitter para saber qué pasará con su otrora aliado ni un mensaje de «apoyo» como los que se enviaban hace tres años.

Lo cierto es que la amistad y la alianza entre estos dos personajes existió. De hecho en enero de 2019 Hernández fue uno de los que reconoció a Guaidó como supuesto presidente encargado. A tal punto que el ahora exmandatario centroamericano le dio el beneplácito a Claudio Sandoval como supuesto embajador del ultradechista en Tegucigalpa.

En mayo 2020, lleno de orgullo, el golpista venezolano escribió un tuit que decía: «Conversé con el presidente de #Honduras @JuanOrlandoH. Agradezco su apoyo en la lucha contra el narcotráfico y el respaldo a nuestros migrantes».

En respuesta, Hernández señalaba: «Productiva conversación con el Presidente Encargado de #Venezuela @jguaido, reafirmamos los esfuerzos que realiza #Honduras en la lucha contra el narcotráfico».

Resulta curioso que hablaran de la lucha contra el narcotráfico cuando meses antes, exactamente en noviembre 2018, Juan Antonio «Tony'» Hernández, exdiputado y hermano del entonces presidente de Honduras había sido detenido en Miami, EEUU, acusado de cuatro delitos de narcotráfico, entre ellos conspiración para importar cocaína a territorio estadounidense, delitos relacionados con armas de fuego y mentir a agentes federales, como reseñó en esa oportunidad Russia Today.

En octubre de 2019, el juicio de Tony Hernández entró en su etapa final. Ya para esa época, el Gobierno estadounidense acusaba al hermano del hoy expresidente de ser «un violento traficante de cocaína de proporciones épicas» que enviaba toneladas de droga desde Honduras con la ayuda de una red construida por el Estado, policías, militares y políticos corruptos, reseñaba el 17 del mencionado mes y año RT.

Fue el 30 de marzo de 2021, cuando Juan Antonio «Tony» Hernández fue condenado a cadena perpetua por narcotráfico en Estados Unidos.

En el marco del juicio volvió a evidenciarse la cercanía de Guaidó con la entonces familia presidencial hondureña. Resulta que el abogado de «Tony» Hernández fue nada más y nada menos que Manuel Retureta, el asesor contratado por el «gobierno de fantasía» de la banda del golpista para la redacción del contrato con los mercenarios gringos de la compañía SilvercorpUSA, de Jordan Goudreau, que organizó la incursión mercenaria desde Colombia (2020), recordó el 10 de marzo de 2021 el portal de investigación La Tabla en su cuenta tuiter.

Casi un año después, de aquella condena, es Juan Orlando Hernández quien está en la mira de la justicia. Este lunes 14 de febrero se conoció que el régimen de EEUU solicitó a Honduras la extradición del expresidente señalado por la justicia de ese país por narcotráfico.

Una semana atrás Juan Orlando Hernández había dejado de ser uno de los «niños consentidos» de EEUU, pues el 7 de febrero el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, aseguró que se le ha restringido la visa al expresidente debido a acciones corruptas.

En un comunicado, Blinken explicó que la inclusión de Hernández se produjo ante las informaciones periodísticas «múltiples y creíbles» que señalaban que estuvo supuestamente implicado en actos significativos de «corrupción y narcotráfico», refirió en esa oportunidad es.euronews.com.

Ya en marzo 2021 un fiscal estadounidense acusó al entonces presidente de Honduras de presuntamente haber ayudado a traficar toneladas de cocaína hacia EEUU. Su denuncia la formuló durante el juicio contra el presunto narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, celebrado en una corte federal de Nueva York, reflejaba en esa oportunidad RT.

De acuerdo con estas acusaciones el mandatario habría aceptado «millones de dólares en ganancias del tráfico de droga» a cambio de ofrecer protección a los narcotraficantes. La supuesta asociación con Fuentes Ramírez se inició en 2013 cuando Hernández era candidato a la Presidencia de Honduras.  Tras ganar las elecciones el 24 de noviembre de 2013 Hernández y Fuentes Ramírez «conspiraron para enviar tanta cocaína como fuera posible a EEUU», según dijo el fiscal durante el juicio, reflejaba en esa oportunidad RT.

Desde hace dos años, es decir, en 2020, la misma época en la que Guaidó y Hernández profundizaban amistad, «la Fiscalía del país norteamericano acusaba al entonces presidente y a otros altos responsables políticos y judiciales de haber aceptado sobornos a cambio de proteger y facilitar el tráfico de droga en Honduras», dice https://es.euronews.com/

No es la primera vez que se conoce la alianza o cercanía de Guaidó con narcotraficantes. En septiembre de 2019 salieron a la luz pública fotografías del golpista junto con cinco narcoparamilitares pertenecientes a la banda criminal colombiana «Los Rastrojos«, quienes lo ayudaron a ingresar a territorio neogranadino en febrero de ese año.

Vaya junta la de Guaidó, sujeto que además ha promovido el robo de los recursos de Venezuela en el exterior.

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