Cristóbal Colón, genial navegante y primer esclavista de América
El autor es historiador, docente y abogado. Imagen Internet
Néstor Rivero
El 20 de mayo de 1506, tras padecer de artritis reactiva falleció en Valladolid, España, el navegante genovés Cristóbal Colón, cuyos cuatro viajes al continente americano a favor de los Reyes Católicos posibilitó a estos, y sus herederos dominar, con el llamado Nuevo Mundo y las Filipinas, el imperio más extenso conocido por la historia universal, y legar a la civilización, un impulso de fuerzas económicas hasta entonces desconocidas y que desembocarían en la Revolución Industrial y la afirmación mundial del capitalismo.
Medioevo y modernidad
En sus apuntes de viaje Colón hace continua referencia a las fuentes de su visión del mundo, Ptolomeo, las Sagradas Escrituras, y la Imago Mundi de Pierre d’Ailly, así como las ideas más audaces sobre la forma de la Tierra y la distancia marítima entre los continentes, plasmada en la carta y mapa de Paolo Toscanelli. En un tiempo en que la ruta del comercio europeo con Asia quedó clausurada en 1453 con la toma de Constantinopla, al este, por los turcos, Colón en las dos últimas décadas del siglo XV, oteó con lucidez el significado del hecho e inició su recorrido por cortes europeas promoviendo su proyecto de una ruta al oeste -el Atlántico- y que él suponía habría de llevarle al Japón, China e India, para restablecer el comercio de la seda, sal y especias, tan codiciadas por los europeos. El oro y la plata de México, Perú y Bolivia permitió a las potencias de Europa, que ya conocían “la pólvora, la brújula, el papel y la imprenta” (Velsker) imponer, al ritmo en que surgía el capitalismo, su hegemonía al resto de los continentes.
Venta de esclavos
Los viajes, conquista y colonización de América, constituyeron, por sobre otra consideración, una empresa de orden económico. Y en dicho proyecto civilizatorio Colón ocupó su rol al traer al Nuevo Mundo la institución de la esclavitud, que permitirá a los nuevos plantadores amasar grandes fortunas. Así en 1498, antes de su tercer retorno a España, Colón radicado en la Isabela decide -según relata Pedro Rixach Villa- “obtener beneficios con la venta de esclavos, enviando a España unos 300. Enterados los reyes de la situación decidieron enviar en 1499 al comendador Francisco de Bobadilla para hacerse cargo”.
Cambios históricos
El acceso a la materia prima y la implantación de la esclavitud en América dio pie a una descomunal acumulación de riquezas y el surgimiento de la burguesía europea, impulsora del capitalismo comercial a nivel mundial. Y dichas consecuencias de orden económico y geográfico, son inseparables del tributo de sangre y sojuzgamiento físico, cultural y moral que debieron pagar millones de nativos de las tierras avistadas por Colón y dominadas por los conquistadores que le siguieron. Y la desaparición de millones de indígenas derivada de la viruela y otras enfermedades europeas, ha quedado como capítulo ensombrecedor del choque de civilizaciones.
“Hermosa justicia que sentencia quizá sin culpa”
“…mandó el Almirante que los presos ‘se llevasen a la plaza y con voz de pregonero les cortasen la cabeza’ ¡Hermosa justicia que sentencia para comenzar en gente tan nueva a ser amados los cristianos para traerlos al conocimiento de Dios!, prender y atar a un rey y señor en su mismo señorío y tierra…condenarlo a muerte y a su hermano y sobrino por una cosa en que quizá ninguna culpa tuvieron (…). Lo mismo fue gentil ejecución de justicia la que hizo (Alonso de Ojeda)…cortando las orejas al vasallo ajeno (…). Con muchas lágrimas vagaba -otro cacique- al Almirante que no lo hiciese (…). Se derramaría por toda la tierra…’buena fama’ de los cristianos que poco antes estimaban haber descendido del cielo” (Bartolomé de Las Casas, Historia de Las Indias).
Sinópticos
1882
Nació Sigrid Undset
Esta escritora noruega, quien obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1928, describe las emociones de sus personajes femeninos que procuran zafarse de la monotonía y alcanzar la consideración y el amor en medio de la miseria. Sus dos novelas más conocidas son Kristin Lavransdatter y Olav Audunsson. Escribió además Marta Ulia, Jenny y Primavera, además de Las mujeres sabias y un ensayo titulado Punto de vista de una mujer. En 1940, en rechazo al régimen nazi de Europa, emigra a EEUU. Tras el final de la II Guerra Mundial retorna a Noruega, donde falleció en 1949.
1927
Lindbergh cruzó el Atlántico
En su pequeña avioneta “El Espíritu de San Luis”, cargada de combustible, el piloto estadounidense Charles Lindbergh parte de Nueva York con rumbo a París, adonde llega un día como hoy, para ser el primer hombre en cruzar el océano Atlántico por vía aérea y en trayecto sin escala. Lindbergh alcanzará gran celebridad, que de otra parte le será cobrada por una banda criminal que secuestra y hace desaparecer a su pequeño hijo de apenas 20 meses, hecho ocurrido al momento en que el famoso aviador leía periódicos en la biblioteca de su casa.