Cumbre amazónica y cuidado ético de la casa común
La autora es Presidenta de Fundalatin.

Hna. Eugenia Russian
Los avances en la última década mediante la acción de movimientos sociales, comunidades y gobiernos responsables, influencian cambios profundos, en medio de la crisis mundial y los intentos de revertir el camino de la Patria Grande hacia el buen vivir.
En este contexto, el 22 de agosto se celebró en Bogotá, Colombia, la Quinta Cumbre Amazónica 2025, donde Brasil, Bolivia, Colombia, Guyana, Perú, Ecuador, Surinam y Venezuela, se reunieron e hicieron una declaración por la preservación de la selva tropical más grande del mundo.
Los principales temas abordados fueron la participación efectiva de los pueblos indígenas en la toma de decisiones relacionadas con la Amazonía; el establecimiento de un Mecanismo Amazónico de los Pueblos Indígenas, para integrar su voz y experiencia; la promoción de una bioeconomía amazónica basada en el conocimiento ancestral y la producción sostenible, y la creación de fondos para mantener el bosque en pie y financiar la acción climática coordinada.
La Amazonía, considerada como pulmón del planeta, es un territorio para algunas fuentes de 6,7 millones de Km2 y para otras de 7,7 millones de Km2. Posee las mayores reservas de agua dulce, es el hábitat del 10 % de especies de animales y plantas de la Tierra.
Es esencial para mitigar el cambio climático, ya que absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera. Se extiende por nueve países sudamericanos y es el hogar de numerosos pueblos originarios, que han vivido en armonía con la naturaleza durante siglos.
La educación y la conciencia ética son fundamentales para promover la protección de la Amazonía. Los programas educativos y las campañas de concienciación son esenciales para difundir información sobre la importancia de la región y la necesidad de protegerla.