VEA/ Yonaski Moreno

Los futbolistas de la selección chilena cumplían con un ciclo de entrenamiento en preparación el partido que disputará con su igual de Argentina este 3 de junio por las eliminatorias sudamericanas cuando se percataron de algo inusual: desde las alturas, un dron parecía estar siguiendo sus movimientos.

Alertados ante tal acontecimiento, el cuerpo técnico, encabezado por Martín Lasarte, especuló con la posibilidad de que el dron fuera un «espía» de la selección albiceleste para conocer sus movimientos, por lo que rápidamente el personal de seguridad montó un operativo para derribar el dron sospechoso utilizando otro más pequeño, reseñó Sputnik.

El operativo fue todo un éxito y el dron «enemigo» terminó en el suelo. La sorpresa llegó cuando las autoridades del fútbol chileno inspeccionaron el aparato y se dieron cuenta que habían cometido un gran error. Frente a ellos no había un dron espía enviado desde Buenos Aires, sino un aparato perteneciente a la empresa eléctrica Enel que realizaba una inspección del alumbrado público.

Ante el insólito acontecimiento  la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile se limitó a afirmar derribo del dron fue «un accidente».

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