Debemos imitar a José Gregorio Hernández: Pietro Parolin (Ver video)
Tener un santo es una gran responsabilidad, indica el Secretario de Estado de El Vaticano. Fotos Internet.
VEA / Ildegar Gil
Asumir como propio el legado de José Gregorio Hernández, recomendó al pueblo de Venezuela el Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin. Su pronunciamiento, a través de un video hecho llegar a Diario VEA por el diputado Doily Hernández, se da a propósito de la decisión tomada por el papa Francisco este lunes 24 de febrero y comunicada un día después, de canonizar al trujillano nacido en 1864 y fallecido en 1919.
Pietro Parolin, quien ejerció en Venezuela como Nuncio Apostólico, advierte que «…tener un santo de este calibre…» constituye una gran responsabilidad, por lo que es necesario «…ponernos en sus huellas, imitarlo, sobre todo porque los santos son nuestros amigos, pero son también nuestros modelos de vida».
Reiteró que el sendero a seguir por las devotas y devotos del Médico de los pobres, debe orientarse en la vivencia dentro del evangelio «…según el ejemplo que ellos nos han dado». Asevera que de esta forma se obtendrá un gran beneficio «…para todas las personas, pero también al país que necesita mucho de paz, de reconciliación, de concordia».
Felicitó el pueblo venezolano por el histórico acontecimiento, reconociendo que en lo personal también significa un gozo a partir de que «…he empezado a conocer, apreciar y amar..», a quien en el año 2021 fue ascendido a la condición de beato.
La determinación del Papa, de 88 años de edad, se produce desde su lecho de enfermo. Fue hospitalizado el viernes 14 de febrero, al presentar un cuadro relacionado con bronquitis. Boletines oficiales sucesivos, han señalado que su estado de salud es delicado.
Yaxury Solórzano fue la niña que recibió el milagro que facilitó la beatificación del trujillano. El 10 de marzo de 2017 la niña, de entonces 10 años, “recibió un tiro en la cabeza durante un intento de asalto del que fue víctima junto con su papá”. El hecho sucedió en el caserío Mangas Coveras, en el estado Guárico. La menor presentaba pérdida de masa encefálica. También su sangre se había derramado en cantidades importantes. Derrotar a la muerte en 2017 fue, obviamente, la medalla de oro para ella, su familia, amigos y amigas.
