Desgarrador relato del ataque al PSUV en Carora: Violentos gritaban «hay que matarlos» (Ver video)

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Un grupo de militantes fue brutalmente golpeado y se encuentran en una grave situación de salud. Fotocaptura.

VEA / Yonaski Moreno

Un grupo de militantes se encontraba dentro de la casa del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Carora, municipio Torres del estado Lara, cuando violentos de la extrema derecha comenzaron a lanzar bombas molotov con el propósito de incendiarla. Los momentos de angustia vividos por ellos, fueron relatados por Richard Páez, una de las víctimas del asedio, en video compartido por el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas.

En poco más de tres (3) minutos, Richard cuenta lo que parece una historia sacada de alguna película de terror. «Comenzaron a lanzar bombas molotov, muchísimas bombas molotov para quemarnos vivos. Los que estábamos ahí adentro pudimos medianamente apagarlo pero hubo un momento donde ya el fuego nos rebasó y pues ahí fue donde tuvimos que evacuar en tres grupos», indicó.

La situación se agudizó cuando comenzaron a escuchar disparos y gritos enardecidos de «hay que matarlos» y «hay que quemarlos vivos».

De acuerdo a lo relatado por Páez, de los tres (3) grupos que formaron para evacuar el lugar, dos (2) lograron refugiarse, pero el otro grupo tuvo «la mala suerte de caer en el solar de un fascista, un militante de la derecha, profesor, que nos entregó. Pudimos salir cinco (5) o seis (6) personas, pero hubo cuatro (4) o cinco (5) que no pudieron y se quedaron ahí».

Las personas que no lograron escapar se encuentran en un delicado estado de salud, luego de ser golpeados de manera salvaje. «Tenemos un hermano de lucha, como es el compañero Deinny, que lo tiraron de la platabanda, y que hoy está delicado de salud, le pusieron gasolina y hoy está entre la vida y la muerte», denunció.

Otro compañero, al que identificó como Cheo Ocanto, fue desnudado completamente por el grupo de violentos. «Llegó a su casa desnudo, humillado, golpeado, con fractura», detalló. Sobre el caso de un militante identificado como Octavio, precisó que fue rociado con gasolina «y prendieron el yesquero de manera de amenaza», además, fue brutalmente golpeado.

También fueron quemadas 22 motos hasta reducirlas a cenizas. Los vehículos eran la fuente de trabajo y sustento de igual número de jóvenes.

De acuerdo a Richard Páez, el papel de la Alcaldía de Torres fue el de «incentivar, llamar a motorizados, pagar a los jóvenes, llevarles alcohol».

Añadió que las víctimas de aquel repudiable suceso se encuentran resguardadas y piden a los organismos de seguridad que hagan justicia.

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