Néstor Rivero Pérez

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El 5 de junio de 1992 se instaló en Estocolmo (Suecia) la Conferencia de sobre Cuestiones Medioambientales. El magno encuentro, organizado por la ONU, que terminó con una Declaración, significó un vuelco definitivo respecto a la acometida de las instituciones internacionales acerca de la necesidad de impulsar y ejecutar medidas para la protección del entorno en el cual ha surgido y se mantiene la vida de las especies, entre ellas el homo sapiens.

 

El hombre: creación y creador

Dentro de las conclusiones de Estocolmo-72, destaca una que consagra a la especie inteligente como “obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente” (https://www.dipublico.org). Y no obstante, el sofisticado nivel de conocimiento, acumulado en esta materia por universidades, los laboratorios de megacorporaciones e instituciones estatales, a lo largo del mundo, permite confiar en que mediante estrategias sostenidas y colectivas -que involucren a gobiernos, sociedades y actores económicos-, la catástrofe ambiental puede muy bien ser evitada, para asegurar las indispensables condiciones de perpetuación de la vida dentro de la única y gigantesca “casa azul” que integra el Sistema Solar.

Contaminación

Se caracteriza como contaminación ambiental el fenómeno configurado por “la presencia de componentes nocivos (ya sean químicos, físicos o biológicos) en el…entorno natural y artificial…que supongan un perjuicio para los seres vivos que lo habitan, incluyendo a los seres humanos” (http://www.lineaverdehuelva.com).

Dicho fenómeno con incidencia en la alteración de los equilibrios del entorno encuentra su causa principalísima en “la actividad humana, como la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero o la explotación desmedida de los recursos naturales” (Ibídem).

Causas y soluciones

El deterioro de las condiciones de habitabilidad del planeta, dadas en cada hábitat en particular sobre la superficie terrestre, responde en primer lugar a la acción de una especie, el Homo habilis, que en la actualidad sobrepasa los ocho mil individuos y cuyos niveles de conciencia, así como los modos en que organiza sus regímenes de producción y destinación de desechos, provoca efectos que en un momento dado, de no corregirse dicho impacto, podrían tornarse irreversibles, si acaso ya no lo son, poniendo en peligro la supervivencia de muchos de los seres vivos, en especial el hombre.

Entre las causas de mayor repercusión destacan la tala excesiva de árboles, emisión de residuos industriales, extracción y procesamiento de combustibles fósiles, y depósito inadecuado de desechos plásticos y otros no biodegradables. La Declaración sobre el Medio Humano de 1972 significó un inmenso paso adelante en cuanto a crear conciencia sobre la necesidad de establecer políticas concernientes a “la investigación y el desarrollo científicos referentes a los problemas ambientales, tanto nacionales como multinacionales” (https://www.dipublico.org).

Ambiente y subdesarrollo

“En los países en desarrollo, la mayoría de los problemas ambientales están motivados por el subdesarrollo. Millones de personas siguen viviendo muy por debajo de los niveles mínimos necesarios para una existencia humana decorosa, privadas de alimentación y vestido, de vivienda y educación, de sanidad e higiene adecuados.

Por ello, los países en desarrollo deben dirigir sus esfuerzos hacia el desarrollo, teniendo presente sus prioridades y la necesidad de salvaguardar y mejorar el medio. Con el mismo fin, los países industrializados deben esforzarse por reducir la distancia que los separa de los países en desarrollo. En los países industrializados los problemas ambientales están generalmente relacionados con la industrialización y el desarrollo tecnológico” (Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre el Medio Humano / Fuente: Ibídem).

 

Sinóptico

1898

Federico García Lorca

Este día nació, en Fuente Vaqueros (España), el poeta Federico García Lorca. El poder de las imágenes y lirismo plasmados en su obra hicieron de él el creador más sobresaliente de la Generación del 27 en las letras castellanas.

García Lorca murió fusilado en 1936, al inicio de la Guerra Civil española en su tierra natal de Granada. El duro estaño en la fragua y la luna trajeada de nardos son ecos de musicalidad que García Lorca recoge al sur de la Península Ibérica, por donde corren gitanos en carromato de metáforas. Y en esta España mediterránea y morena, Lorca habla del “duende”, de Carmen y el último duelo entre varones.

Versos que cantan y desgarran la pena lenta de Soledad Montoya, haciendo símil del caballo cuyas crines llevan las trenzas de la pena negra “volante de cielo y hojas./ Con flores / de calabaza, / la nueva luz se corona / Pena limpia y siempre sola”. Versos de corola modernista que se adentran en olores del lar nativo. Así, el Romancero enlaza tradición y vanguardia.

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