Dos detenidos por asesinato de ambientalista en Chile
El Movimiento por el Agua y los Territorios denunció que ese homicidio se enmarca dentro de la violencia de género que vulnera a mujeres día a día. Foto Internet.
VEA / Carlos Batatin
Tras el asesinato de la ambientalista Javiera Rojas, de 43 años, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado domingo en una vivienda abandonada ubicada en la ciudad de Calama, región de Antofagasta, al norte de Chile, la Fiscalía Local de Calama, abrió una investigación contra dos hombres imputados por femicidio y homicidio calificado.
De acuerdo a un reporte periodístico publicado en la dirección digital https://actualidad.rt.com, los dos sujetos ya se encuentran detenidos, «por ser considerados un peligro para la seguridad de la sociedad» y sus identidades no fueron dadas a conocer para no entorpecer las averiguaciones preliminares.
Dentro de sus actuaciones como defensora del ambiente, Rojas estuvo en la Agrupación Ecológica Valle de El Durazno, la cual desarrolló acciones contra la construcción del embalse La Tranca en 2018, dentro de la localidad de El Durazno, en el valle Cogotí, región de Coquimbo.
Según el reporte forense manejado por la Fiscalía, su cuerpo presentaba varias heridas producidas por arma blanca y fue localizada atada de pies y manos.
A conocerse los detalles del crimen, el Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT), a través de un comunicado fijó posición y denunció que «el contexto confuso descrito hasta el momento, no nos permite afirmar hasta ahora que se deba a su calidad de defensora; sin embargo, podemos asegurar que se enmarca dentro de la violencia de género que vulnera a mujeres día a día».
Algunos detalles
De acuerdo con el informe presentado por el Ministerio Público chileno, el homicidio se registró el pasado 27 de noviembre. Desde el día anterior, los acusados la habrían sometido a todo tipo de torturas: «En el lugar, víctima e imputados tuvieron una discusión por aparentes temas de dinero, quienes luego la amarraron de pies y manos, y posteriormente, la golpearon en reiteradas oportunidades en el cráneo y en el cuerpo, propinándole diversas puñaladas en sus extremidades inferiores».
La ambientalista habría muerto en ese mismo lugar, y fue encontrada 24 horas más tarde, «ya que uno de los involucrados le habría revelado el asunto a un vecino».
Ante algunas conclusiones preliminares, las autoridades presumen que hubo «la alevosía y ensañamiento con que ambos imputados cometieron este violento delito».
