EE.UU. “ordena” a Venezuela elección presidencial libre y justa
El autor es periodista.
Alcides Castillo
El gobierno de Estados Unidos insiste en inmiscuirse en los asuntos internos de otras naciones que asumieron el derecho a su autodeterminación, como es la situación actual de nuestra patria y su sistema de gobierno, cuya estructura posee un Poder Electoral que administra, organiza, supervisa y convoca a elecciones; todo el proceso apegado a la Constitución y a las leyes que rigen nuestra patria.
Noticias llegan desde Washington, divulgadas en el plano mundial por la mediática imperialista, que señalan que «Si Venezuela toma medidas concretas para restaurar la democracia, que conduzcan a elecciones libres y justas, estamos preparados para aliviar las sanciones correspondientes», según declaraciones de un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, citado por la agencia de noticias Reuters, pero sin mencionar nombre ni cargo. Es el periodismo irresponsable que cuando no hay citas concretas de quién habla, se denomina “información dirigida”.
Pero la propuesta concreta, según la información, es que EE. UU. evalúa una oferta concreta para replantear las sanciones petroleras a Venezuela, de modo que los compradores en Europa y otras regiones también puedan reanudar las importaciones de petróleo venezolano de una manera estructurada y organizada, insiste la agencia de noticias, sin mencionar la fuente directa.
Esta propuesta traería la derogación de decretos que imponen Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU), pero condicionada a que nuestro gobierno “garantice una elección presidencial libre” y que dejemos de importar petróleo a Rusia, China e Irán.
Nada más y nada menos. Vienen por querer doblegarnos y, finalmente, detener la Revolución Bolivariana. Nuestro gobierno seguirá apegado al ordenamiento jurídico-político que como pueblo libre, soberano e independiente nos hemos dado a través de elecciones libres, universales y secretas, contrarias al proceso comicial de USA que es de segundo grado, donde un grupo de delegados elige al jefe de Estado. Gran diferencia con los países verdaderamente democráticos y nido para el negocio y la trampa.
