El ecumenismo y el espíritu liberador de nuestros mártires
La autora es Presidenta de Fundalatin.

Hna. Eugenia Russian
En esta Cuaresma, las comunidades de buena voluntad del mundo reflexionan y actúan apoyando a gobiernos responsables para enfrentar a poderes multinacionales incentivadores de conflictos bélicos globales que atentan contra la vida en el planeta.
Desde la perspectiva ecuménica de las comunidades inspiradas en la teología de la liberación, continuamos valorando la misión que asume el punto de vista del oprimido, la superación de la pobreza, la promoción de la paz, la defensa de los derechos humanos, la cultura de la solidaridad y la inclusión sobre toda forma de discriminación. Trabajando con todas las personas de buena voluntad en la construcción de Otro Mundo Posible, compromiso que nos ayuda a fortalecer con audacia una pastoral que dignifique la vida del ser humano y “para que todos sean uno”.
En este contexto, las comunidades cristianas de espiritualidad liberadora de nuestra América conmemoran los 48 años de la partida física del sacerdote salvadoreño jesuita Rutilio Grande, quien el 12/3/1977, al dirigirse al pueblo El Paisnal en su vehículo, fue emboscado por un grupo de hombres armados, que con disparos le ocasionaron la muerte.
El legado espiritual liberador de Rutilio alcanza cada vez mayor vigencia en situaciones de conflicto como el del tiempo actual. En su tiempo tuvo que enfrentar poderes opresores y abrir espacio hacia una pastoral liberadora.
Este ejemplo de vida debe ser expresión auténtica en los movimientos sociales para los cambios constitucionales que se realizarán en Venezuela, siguiendo la alegría del Evangelio de Jesús y nuestra identidad cultural.