El pran del Cecot (Incluye video)

Ildegar Gil

X @Ildegargil

Cuando uno sospecha que pocas cosas tienen la fuerza necesaria para causar impacto (léase asombro) en el ánimo, se asoma Nayib Bukele para acabar con tal tipo de presunción. Su más reciente intención (sí: canjear inocentes venezolanos que mantiene secuestrados en su país, por quienes intentaron desestabilizar la paz en Venezuela), es una inaceptable desfachatez que calza los puntos para ayudarnos a comprender que aún es cuando nos falta instruirnos sobre el fenómeno del conocimiento pero, sobre todo, en torno a la maldad y la perfidia convertida en ser. En su caso, en pobre ser. En reprochable ser.

Haciendo trizas la majestuosidad que en mala hora le confiere la condición de presidente de El Salvador, aceptó convertirse en cómplice de Donald Trump (otro repugnante bípedo) para defecar sobre leyes nacionales e internacionales a objeto de raptar a más de dos (2) centenas de compatriotas bolivarianos (afirma que son 252: pueden ser más) que desde marzo han sido empujados –desde Estados Unidos- al campo de concentración que construido en Tecoluca recibe la denominación de Centro de Confinamiento del Terrorismo, Cecot.

Si tan salvaje operación inhumana generó las sensaciones señaladas al inicio, pues, multiplíquese por dos, tres, cientos ¡o miles! las deparada por la “propuesta” que a través de la plataforma X formuló al jefe de Estado, Nicolás Maduro, para el cambio “pelo a pelo” antes referido.

Actuando como un verdadero pran (acá sabemos lo que ello significa), planifica nuevamente usar a sus rehenes (por quienes está recibiendo millones de dólares enviados desde la Casa Blanca) a favor de una causa que no solo no es suya ni le pertenece, sino que está envuelta en mantos de terror, lágrimas y sangre contra el pueblo venezolano. Intentar liberar a quienes judicialmente son procesados dadas las evidencias que les inculpan, constituye uno de los peores actos filibusteros de la historia.

Este aprendiz de pirata centroamericano se muestra como lo que es: un insolente al discurso y a la lógica humana. ¿Por qué se presta a la emboscada contra nuestros migrantes? ¿qué lo faculta a ello? ¿por qué afirma que son delincuentes de altísima peligrosidad, sin manejar para ello la más mínima prueba? Final y contradictoriamente: Si taaaanto le preocupa la seguridad pública, ¿cómo justificar –siempre dentro de la lógica humana de la que padece adolecer-, estar dispuesto a permitir la salida a quienes ha ofendido e insultado de tantas maneras?

Nazifascista es uno de los tantos motes que, acertadamente, se ha ganado. Parece disfrutar del extenso rosario conceptual maléfico que, en su contra, blanden desde diversos sectores. Cínico, le endilgan otros y otras. Pran, le llamo. El pran del Cecot.

Como todo penal que funcione dentro de los parámetros mercantilistas para enriquecer cuentas y bolsillos a cambio del dolor ajeno, el Cecot no es la excepción en esta materia. Tiene su pran. Su nombre es, Nayib Bukele.

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