Ricardo González Alvarado

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Ante su permanente agenda de robo y saqueo a los recursos destinados para el pueblo venezolano, Juan Guaidó y su banda de malandros fueron desenmascarados.

Luego de una reunión convocada por exdiputados integrantes del partido Voluntad Popular, a través de unos audios de Sergio Vergara, quedaron en evidencia las nuevas formas de Guaidó y Leopoldo López para operar y justificar el robo a Venezuela.

En medio “de quién se queda con los reales”, si Leopoldo, Guaidó, Julio Borges o Henry Ramos Allup, se ha solicitado un nuevo presupuesto ante la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Claramente, ni un centavo destinado para los venezolanos, pensando que esos recursos podrían ser vitales para la compra de vacunas contra el Covid-19.

La institución fantasma, denominada Consejo de Administración del gobierno interino de “Narnia”, recibe ilegalmente más de 53 millones de dólares para “gastos varios”. Entre ellos, el financiamiento a instituciones inexistentes, promoción de campañas contra Venezuela, así como lujosos apartamentos y automóviles indispensables para la democracia. Un condominio en la zona más costosa de Miami permitirá fortalecer los métodos de sufragio en Venezuela; el Mercedes Benz de Gustavo Guaidó en Miami es garantía de las próximas movilizaciones pacíficas; ¿Pero qué va a saber usted de democracia?

La libertad es un lujo, fíjense que, en dicho presupuesto, solo la “defensa de la democracia” cuesta 23.496.407 de dólares.

Los gringos no son pendejos tampoco, a este grupo de emprendedores les recortaron su presupuesto en comparación con el del año 2020, cuando fueron aprobados más de 100 millones de dólares; y fueron incapaces de comprar una caja de tapabocas para Venezuela. Pero obvio, la democracia prioriza cancelar el contrato a Jordan Goudreau de la empresa SilverCorp por millón y medio de dólares para llevar a cabo la Operación Gedeón, que procuraba iniciar una guerra civil en medio de una pandemia.

Hay pandemia, es tiempo de austeridad y hay que recortar cosas: lo primero que hicieron fue eliminar su programa bandera “Héroes de la Salud”.

En toda esta trama delincuencial que incurre en una infinidad de delitos, también queda al descubierto la complicidad de Luis Almagro, representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien fungía como administrador del robo de Guaidó. Sin embargo, el mismo señor, representante de las luchas justas, aumentó el precio de su complicidad por encima de 15 millones de dólares.

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“La defensa de la democracia y la ayuda humanitaria” ¿El negocio millonario de las ONG?

No obstante, en su afán por derrocar el gobierno legítimo de Venezuela, Estados Unidos envió más de 656 millones de dólares a Venezuela desde 2017; bajo el concepto de “ayuda humanitaria”. Ese dinero terminó en manos de activistas políticos cercanos a Juan Guaidó, entre ellas la lista la encabezan distintas ONG.

De acuerdo con esto, la Asamblea Nacional de 2020, liderada por Luis Parra, creó una comisión para investigar estos hechos de corrupción; pues los recursos no se manejaron bajo la figura de asistencia humanitaria, nadie responde por estos reales y encima no se ve democracia por ningún lado.

Según fuentes oficiales de Estados Unidos, el gobierno de ese país usa la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), para financiar políticas contra Venezuela. Sin embargo, la Usaid niega haber dado dinero a Juan Guaidó, pero asume que paga los gastos para el líder opositor.

En su momento, la Asamblea Nacional hizo lo propio a través de la Comisión de Contraloría con la que se abre un procedimiento para investigar a más de 200 ONG. Algunas de ellas son: Ciudadanía activa, Espacio público, Foro penal, Súmate, Fundación Futuro Presente, Rescate Venezuela, Cedice-atlas-libertad, entre otras.

Un ejemplo claro de corrupción y terrorismo a través de estos recursos que financia el narcotráfico de Colombia, arrastrado a Washington, es la Fundación Futuro Presente; que recibió alrededor de 10 millones de dólares a través del Fondo de Agricultura y Seguridad Alimentaria de la Usaid y realmente no registró ninguna actividad en esta área.

Esta misma ONG salió a relucir por el exmilitar venezolano, capitán Antonio Sequea; arrestado por participar en la incursión de mercenarios en territorio venezolano el 3 de mayo, conocida como Operación Gedeón. En su testimonio, Sequea dijo que durante el período de entrenamiento los mercenarios habrían recibido fondos de la Fundación Futuro Presente para pagar el alquiler de casas y carros en territorio colombiano.

Este es el negocio millonario de las ONG que no justifican de dónde sale la plata ni qué hacen con ella; ha sido un vil chantaje ante la opinión pública. El papel de EEUU en el financiamiento de estas organizaciones nada tiene que ver con la ayuda humanitaria. Usaid, NED, NDI, IRI; todas al final tienen un mismo objetivo: una invasión a países de América Latina.

Todo sigue siendo parte de un vil juego político en el que los involucrados ya no pueden escapar. En el caso del proyecto político de “Narnia”, para robar al país de forma descarada en nombre de la democracia, deja en evidencia la farsa más grande de la historia; pues para Guaidó, Leopoldo, Borges, y las células de Voluntad Popular, es un lujo ser demócrata, en medio de sus rutinarias degustaciones de carne asada y viejo parra al son de Viniloversus y La Vida Bohéme.

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