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Una mujer de 30 años, residente en la ciudad argentina de Esperanza (provincia de Santa Fe), se ha convertido en la segunda persona documentada en el mundo cuyo propio sistema inmunológico podría haberla curado del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) sin la ayuda de tratamientos antivirales o un trasplante de médula ósea.

«Disfruto de estar saludable», dijo a NBC News la mujer, quien habló bajo condición de anonimato, debido al estigma asociado con el virus. «Tengo una familia sana. No tengo que medicarme y vivo como si nada hubiera pasado. Esto ya es un privilegio», citó el portal Russia Today.

A la madre de 30 años se le diagnosticó por primera vez el VIH-1 en 2013, pero tras ocho años de controles de seguimiento y un total de 10 pruebas comerciales de carga viral, no parece haber ningún signo de infección viral activa en su cuerpo, ni ninguna evidencia de enfermedad asociada al VIH-1, agregó por su parte el portal alemán https://www.dw.com/

Los científicos buscaron intensamente cualquier signo de VIH en 1.200 millones de células sanguíneas, a la vez que registraron 500 millones de células de tejido placentario después de que la mujer diera a luz a un bebé VIH negativo en marzo de 2020, pero no encontraron ningún rastro del virus, agregó RT.

«Controladora de élite» plus

La paciente de Esperanza es una «controladora de élite», un término utilizado por los investigadores para identificar a aquellos raros sujetos seropositivos que han estado viviendo sin tomar la terapia antirretroviral (TAR), que es el tratamiento para el VIH. La mujer ha vivido sin TAR durante los últimos ocho años.

Entre esta élite, el paciente de Esperanza es particularmente notable, porque incluso los «controladores de élite» a veces muestran signos detectables del virus, dependiendo de lo mucho que se busque. 

En el caso de la paciente argentina, los científicos precisaron que no encontraron genomas intactos del VIH tras analizar más de 1.190 millones de células de sangre y 500 millones de tejidos, agregó el referido portal alemán.

«Lo que ocurre con la paciente de Esperanza está en un nivel diferente», dijeron los investigadores de Argentina y Estados Unidos, quienes desde 2017 recogieron muestras de sangre de ella en busca de signos del virus latente. Los científicos publicaron los resultados del estudio en la revista Annals of Internal Medicine. 

Descubrir los mecanismos

Los coautores del estudio, que fue publicado este lunes en la revista Annals of Internal Medicine, señalaron que el caso de esta paciente podría traer esperanza a los 38 millones de personas que se estima están contagiadas con el virus a nivel mundial, ya que existe la posibilidad de que más personas puedan eliminar de forma natural la infección, a la vez que podría servir de gran ayuda para el campo de la investigación, agregó Russia Today.

«Ahora tenemos que descubrir los mecanismos», aseguró el doctor Steven Deeks, un investigador de la Universidad de California en San Francisco, que no participó en el estudio. «¿Cómo sucedió esto? ¿Y cómo podemos replicar esto terapéuticamente en todo el mundo?«.

Los expertos señalaron que el VIH es extraordinariamente difícil de erradicar del cuerpo porque infecta ciertas células inmunitarias de larga duración, capaces de pasar períodos prolongados en estado de reposo. De ese modo, se mantiene el ADN viral, conocido como provirus, que está codificado en esas células bajo el radar del tratamiento antirretroviral estándar, que solo puede atacar al virus en las células infectadas cuando están produciendo activamente nuevas copias del VIH.

«El estudio establece el estándar para demostrar que la paciente de Esperanza no tiene ADN provírico competente para la replicación dentro de sus células», comunicó Carl Dieffenbach, director de la División de Sida del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, una división de los Institutos Nacionales de Salud. «Cuantos más pacientes como estos descubramos y trabajemos con ellos, más completa será nuestra comprensión de cómo es un paciente curado«, explicó.

Primer paciente curado

El primer paciente que se curó del VIH sin un trasplante de médula fue Loreen Willenberg, de 67 años, de San Francisco. Se le diagnosticó el VIH por primera vez en 1992 y no fue descubierto por los científicos hasta agosto de 2020.

Ahora, el nuevo caso refuerza la esperanza de que algún día sea posible encontrar una forma de curar a más personas del virus, agregó https://www.dw.com/

«Encontrar un paciente con esta capacidad natural de curación funcional [ningún virus que pueda reproducirse] es bueno, pero encontrar dos significa mucho más. Significa que debe haber más personas como estas ahí fuera», dijo Xu.

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