«Estoy muriendo por mi hijo porque sé que es inocente»: Madre de Cristhofer Fonseca
El joven trabajaba como obrero en una construcción en Texas. A finales de enero fue detenido por el ICE y el pasado 15 de marzo fue trasladado a El Salvador. Fotos cortesía Blanca Daboin.

VEA / Yonaski Moreno
Un breve segundo le bastó a Blanca Daboín para identificar a su hijo Cristhofer Fonseca Daboín entre el grupo de migrantes venezolanos secuestrados por los gobiernos de Estados Unidos (EEUU) y El Salvador. Tras horas sin saber el paradero del joven de 25 años, encontró respuesta en las redes digitales.
En uno de los videos difundidos por el gobierno de Nayib Bukele, se observa a Cristhofer sentado en el suelo, asegura su madre. Como el resto de sus compañeros, está rapado y vestido con el uniforme blanco que el régimen asigna a los presidiarios. Una segunda imagen confirmó sus sospechas: En ella se observa a dos (2) policías bajar al joven del avión.
«Yo estoy sufriendo demasiado porque yo sé que mi hijo es sano y no tiene problemas con la ley», expresó Blanca a Diario VEA, tras un contacto realizado a través de la cuenta de este diario en la plataforma Tiktok: Diariovea. Con voz entrecortada añadió: «Yo me estoy muriendo por dentro por mi hijo, porque yo sé que es inocente».
De acuerdo a Blanca, su hijo, quien se encontraba en EEUU desde octubre de 2023, trabajaba en una construcción en Texas y ya había cumplido con dos (2) citas en la Corte, como parte del proceso para legalizar su situación migratoria.
Cristhofer se dirigía a su trabajo en un automóvil alquilado, cuando fue detenido por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés). Ocurrió a finales de enero de este año. Para ese momento, el joven ya contaba con una cita en la Corte, programada para el año 2026. «Cuando el ICE lo detiene, le cambian la cita para el 13 de mayo de 2025, pero eso no lo respetaron», resaltó Daboin.
Sobre su hijo, aseguró que «es un muchacho trabajador, de familia honrada, tiene una hija a quien le estaba mandando su platica para el estudio, para comida. Ahora me lo tienen como si fuera un criminal, eso no es posible».
Añadió: «Me lo tienen allá y él no es ningún delincuente, nunca ha estado preso y nunca ha sido un delincuente, simplemente por ese tatuaje, una broma de muchacho que se hizo ese tatuaje en la mano».
Recuerda que la vez más reciente que conversó con su hijo fue el jueves 13 de marzo. Ese día lo felicitó por su cumpleaños número 25. «Ni me acordaba, mamá», le contestó el joven. «Eso me hizo llorar muchísimo», resaltó Daboin.
Durante esa llamada, Cristhofer le comentó a su madre que sería trasladado a su país. «Él estaba muy alegre porque lo iban a deportar para Venezuela», aseguró. Al día siguiente, el joven conversó con su papá, quien también se encuentra en Estados Unidos. Ese fue el último contacto telefónico que tuvo Cristopher Fonseca con su familia, antes de ser llevado a El Salvador.
El joven ya había manifestado su deseo de retornar a su país. Cuando Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, Cristhofer comunicó a su familia que quería regresar a Venezuela «pero como estaba trabajando tranquilo, él dijo ‘bueno, me voy a quedar este año para juntar una platica para comprarme un carrito para defenderme allá y trabajar’. Ahora mira lo que pasó», relató Bianca con voz entrecortada.
El dolor y la desesperación de esta madre la llevó a grabar un video dirigido al presidente de El Salvador, Nayib Bukele. «Póngase la mano en el corazón que usted debe ser padre, le dije. Mi hijo es inocente, averigüe, allá lo tienen pasando trabajo», señaló.