Werther Sandoval

@wertherluciano

Los voluminosos hallazgos de petróleo liviano y mediano logrados por la Exxon Mobil en el subsuelo marino de nuestro venezolano Esequibo, preludian sobre la mesa de estudios exploratorios altas posibilidades de que en la plataforma deltana del soberbio Orinoco también se encuentren cuantiosas reservas de crudo de elevada calidad.

Y la inquietud derivada de tales posibilidades es que el gobierno guyanés y la transnacional estadounidense, podrían estar incluyendo en la explotación del venezolano petróleo del Esequibo, el también venezolano petróleo presente en este lado de la línea geopolítica llamada frontera, sobre todo por la existencia de serios indicios de que ambos crudos son, en buena cuantía, partos naturales de la misma roca madre oriental. Nos lo estarían robando, pues.

Es decir, no solo el Sol de Venezuela nace en el Esequibo. Más del 80 % de las reservas petroleras del país tienen su partida de nacimiento en las rocas madres de hidrocarburos ubicadas en el oriente del país, esparcidas por debajo de la Faja, de la plataforma deltana y del mar territorial despojado a nuestra nación por la Corona de Inglaterra.

Las rocas madres son las unidades sedimentarias donde se acumulan las materias orgánicas creadoras del petróleo, que en el caso de Venezuela, fluye hacia las cuencas costa afuera que subyace en la plataforma deltana del río Orinoco y frente al Esequibo; y oriental, ubicada en los subsuelos del norte de Anzoátegui y Monagas y de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Y en el subsuelo de la plataforma deltana del Orinoco, frente al Esequibo, es donde las rocas sedimentarias hicieron posibles bloques petroleros que Guyana ofrece a las empresas petroleras transnacionales y a los gobiernos de EE. UU. e Inglaterra. Tanto así, que la española Universidad de Navarra, en el estudio “La nueva Guyana petrolera y su proyección internacional”, señala que las compañías Total, Repsol, Anadarko, ya han obtenido derechos de prospección, siendo el Bloque Stabroek, explotado por Exxon (45 %), Hess (30 %) y la china CNOOC (25 %), el primero que comenzó a producir en 2020.

Venezuela tiene cuantificado unos 500 millones de barriles de petróleo en la plataforma deltana, una cifra casi paralizada debido a las serias dificultades exploratorias impuestas por las sanciones aplicadas por el actual, pasados, traspasados y remotos gobiernos de EE. UU., en su tarea política y militar de asegurar energía abundante y barata a un país que, con 330 millones de habitantes, frente a 8 mil millones de habitantes del planeta, consume entre 20 % y 25 % del crudo producido en el mundo”.

El cuadro se complica, pues las sanciones tejen una trama de problemas de todo tipo que obstaculizan la actividad exploratoria de Pdvsa. Solo en 2022 la búsqueda de crudos se vio afectada por limitaciones de la plataforma tecnológica y espacios físicos en donde se desarrollan los proyectos exploratorios, y por problemas de movilización del personal, debido a la escasez de combustible en el país. Bastaría citar que los servidores donde reposa la información técnica están fuera de servicio.

Pero hay más. A partir de junio de 2018 se suspendieron las relaciones comerciales con la empresa que representaba la plataforma de interpretación sísmica Paradigm, ocasionando que toda la información almacenada en dicha plataforma, hasta el cierre de septiembre 2022, esté represada, haciendo imposible su manejo en los proyectos exploratorios, trayendo como consecuencia directa los retrasos en los proyectos de estudio.

Añádase que la mayoría de las computadoras de escritorio presentan un estado avanzado de obsolescencia, lo que lo convierte en equipo muy lento con poca capacidad de maniobra. La última versión disponible de las Estaciones de Trabajo data del año 2007. Ni siquiera se cuenta con impresoras a color o blanco/negro.

Y mientras las sanciones obstaculizan la actividad exploratoria de Pdvsa, el Bloque Stabroek, ubicado dentro y frente al Esequibo venezolano, es explotado por la filial de ExxonMobil, Esso Exploration and Production Guyana Limited (EEPGL), la estadounidense Hess Corporation y la China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), la tercera compañía petrolera nacional de China.

Un reportaje del portal OilPrice señala: “La costa de Guyana está atrayendo una atención considerable de las compañías petroleras internacionales, ya que una gran cantidad de descubrimientos de petróleo desde 2015 subrayan el importante potencial petrolero de las aguas territoriales de la antigua colonia británica”.

Detalla que desde 2015, el gigante mundial de la energía, ExxonMobil, ha realizado una serie de descubrimientos de petróleo de alta calidad en el bloque Stabroek, en la costa de Guyana, que la compañía estima que contienen más de 11.000 millones de barriles de recursos de petróleo recuperables.

“En un giro notable de los acontecimientos, para un país que no tenía un sector comercial de hidrocarburos; esos descubrimientos han catapultado a Guyana a la liga de las principales naciones productoras de petróleo de América Latina y el Caribe. La creciente actividad de exploración y desarrollo significa que Guyana está en camino de bombear más de un millón de barriles diarios en menos de cinco años y convertirse en un productor y exportador líder de petróleo en alta mar”.

OilPrice profundiza y destaca que en el centro del auge petrolero épico de Guyana se encuentra el Bloque Stabroek, de 6,6 millones de acres. Es aquí donde Exxon, que es el operador con una participación del 45 % y sus socios Hess con el 30 % y CNOOC con el 25 % restante, ha realizado más de 30 descubrimientos de gran calidad.

“Hacia fines de enero de 2023, el socio de la supermajor Hess anunció otro importante descubrimiento de petróleo en el Bloque Stabroek. Esto ocurrió en el pozo Fangtooth SE-1, ubicado ocho millas al sureste del descubrimiento Fangtooth-1 de enero de 2022. Hess dijo que el pozo encontró 200 pies de depósitos de arenisca que contienen petróleo.

“El descubrimiento no solo reforzará los recursos de petróleo recuperables estimados, que ya superan los 11 mil millones de barriles, sino que tiene el potencial de respaldar otro desarrollo de campo. Después de ese descubrimiento, se anunció que Exxon se estaba preparando para perforar el pozo de exploración Kokwari-1 al noroeste del campo Liza”.
En otras palabras, mientras de nuestro lado registramos reservas recuperables por 500 millones de barriles, del otro lado de la línea llamada frontera, hay 11.000 millones de barriles.

Y gracias a las sanciones que limitan incluso la actividad exploratoria de Pdvsa y a la usurpación de Guyana del venezolano Esequibo, la petrolera estadounidense ExxonMobil registró en 2022 una ganancia neta de 55.740 millones de dólares. De esta forma, la compañía logró duplicar su beneficio, de 23.040 millones de 2021. No solo se trata de un récord para la compañía sino un máximo histórico para la industria petrolera occidental.

Los resultados de Exxon superaron ampliamente la ganancia, que hasta el momento habían sido récord de 2008, cuando la empresa había registrado 45.200 millones. En ese momento, el petróleo alcanzó los 142 dólares por barril, un 30 % por encima del precio medio del año pasado.

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