Fórmula de la revolución del presidente Kim Il Sung
Texto emanada por la República Popular Democrática de Corea, publicado de forma gratuita por Diario Vea, en atención a la hermandad entre ese país y la República Bolivariana de Venezuela.
Vea / Embajada RPDC
En ocasión del 111° aniversario del nacimiento de Kim Il Sung (15 de abril de 1912), eterno presidente de la RPD de Corea, Kim Il Sung, los revolucionarios del mundo recuerdan una vez más sus grandes méritos que ha aportado a la noble causa de la humanidad por la independencia, valiéndose esta vez con su original fórmula de la revolución.
Muchas personalidades progresistas del mundo, jefes de Estado y políticos, visitaron a la RPD de Corea para experimentar los logros de la revolución coreana, entre ellos Alán García Pérez, quien tuvo varios encuentros con el presidente Kim Il Sung durante la visita a Pyongyang, en junio de 1983, como Secretario General del Partido Aprista Peruano.
El asunto dominante en la conversación de Kim Il Sung y Alán García, era cómo librarse Perú de la subyugación de las fuerzas imperialistas y avanzar por el camino independiente.
Kim Il Sung se refirió a la importancia del mantenimiento de la independencia en la revolución y la construcción, sobre el curso de la creación de la idea Juche, los asuntos que se presentan en la construcción de una nueva sociedad y los principios que se deben mantener invariablemente en ella. El Presidente coreano dijo que es necesario aprender de las experiencias de otros países, mas no tragarlas por entero por muy positivas que hayan sido, sin comprobar si son aptas o no a la situación del país y a los intereses de su revolución; hay que tragar solo lo que “el estómago” pueda “digerir”.
Emocionado con sus palabras humorísticas y lenguaje metafórico sobre la esencia del mantenimiento de la posición independiente, el aprista peruano dijo que tales palabras célebres solo las podía dar el presidente Kim Il Sung, y expresó su decisión de esforzarse para construir en su país una nueva sociedad independiente, con la aplicación de la idea Juche. Valorando tal decisión, Kim Il Sung subrayó:
Los revolucionarios deben pensar con sus propios criterios y encontrar el método adecuado a los intereses de su pueblo y la realidad de su país. Hay fórmulas en matemática, pero no en la revolución. Si hubiese una forma indispensable de la revolución, aquella debería ser “pensar todos los problemas con su propio juicio y resolverlo todo por su propia cuenta”. Es esta la conclusión que ha dado el largo proceso de la revolución coreana.
