Carlos Alberto Soto Soto

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El neoliberalismo colombiano saca las garras e insiste en señalar a Venezuela de albergar y proteger grupos armados, respaldando en un auténtico guion impartido desde Washington, para generar un escenario de caos y terror en la frontera colombo-venezolana, con el fin único de seguir justificando una intervención internacional.

La actuación de estos grupos irregulares provenientes de Colombia, quienes agredieron a la población de La Victoria, estado Apure, atentando contra la soberanía de la República y la paz del pueblo venezolano, es parte del conflicto armado interno que ha sostenido la región neogranadina por más de 70 años y el cual no han querido resolver pacíficamente para no seguir sumando victimas en los países vecinos.

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Puesto de la GNB en La Victoria, estado Apure. Fotos cortesía CASS

Estas bandas criminales dedicadas a actividades ilegales y vinculadas al narcotráfico, ante el abandono de la frontera por parte de las autoridades colombianas, han aprovechado la oportunidad para importar la guerra a suelo patrio.

¿Qué habrá pasado con la fuerza élite colombiana? Al parecer el plebeyo del imperio norteamericano, el presidente Iván Duque, siguiendo los lineamientos del Comando Sur de Estados Unidos, logró posicionar los distintos falsos positivos en torno al hecho de La Victoria.

En primer lugar, los medios de comunicación y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), se encargaron de replicar la desinformación emitida por la aplicación WhatsApp, por fuentes no oficiales, pretendiendo desprestigiar la actuación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), generando la falsa matriz de opinión, de que este componente de seguridad nacional asesinó niños, quemó casas y originó el desplazamiento de más de 3 mil venezolanos, violentando así los derechos humanos.

No obstante, los principales titulares en portales web de Colombia  y redes sociales, escandalizaban la cifra de las más de 3.000 personas venezolanas huyendo de la violencia en la frontera colombo-venezolana hacia uno de los principales países de Latinoamérica con mayor número de masacres a líderes sociales, poblaciones y comunidades vulnerables.

En segundo lugar, como parte de la manipulación mediática ante el operativo que realiza la FANB en la zona fronteriza, resulta pertinente destacar todo el despliegue en tiempo récord preparado por autoridades colombianas para “los desplazados”, quienes tienen a su disposición 15 refugios en Arauquita, con carpas y comida, otro escenario montado por la oligarquía de ese país en su afán de excusar una invasión de fuerzas extranjeras.

Por otra parte, es necesario mencionar que el enfrentamiento, a la par con el amedrentamiento por parte de los grupos armados irregulares a través de audios por las redes sociales, generó pánico en la población de La Victoria, quien fue forzada a desplazarse de su territorio, acción que fue respaldada por un vocero de la Defensoría del Pueblo del vecino país, quien admitió que el desplazamiento de venezolanos es causa de los actos violentos de estas bandas criminales colombianas.

Ante los falsos positivos que se siguen gestando desde Colombia para conspirar contra Venezuela, la FANB, a través de la Operación Escudo Bolivariano, está decidida a expulsar cualquier grupo armado irregular, sin importar su signo ideológico, que ponga en riesgo la integridad territorial y la paz de la nación.

En ese sentido, el Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, G/J Vladimir Padrino López, aseveró a través de un comunicado oficial que “6 integrantes de grupos irregulares colombianos resultaron abatidos en el enfrentamiento con la FANB en el estado Apure, y además informó que en el operativo también se decomisaron armamentos, granadas, municiones, explosivos, prendas militares, entre otras evidencias”.

Esta operación que se lleva a cabo desde el pasado 21 de marzo del año en curso, se encuentra desplegada en labores de inteligencia, además efectuando acompañamiento a diferentes entes del Ejecutivo nacional y regional a fin de asegurar la alimentación y servicios básicos.

Asimismo, como parte de las acciones terroristas, instituciones públicas como Corpoelec, Pdvsa y Seniat se han visto afectadas con la utilización además de métodos extremistas de instalación de minas antipersonas en las áreas que han intentado ocupar ilegalmente, esta última, práctica común de las mafias colombianas.

Si algo tiene Venezuela, es que ha sido mediadora en el acuerdo de paz de Colombia, desde el mandato del Comandante Hugo Chávez y ahora con el presidente Nicolás Maduro. Un camino de paz, que ha sido abandonado por quienes gobiernan esa nación; al parecer los políticos colombianos se han preocupado más por ser el país líder en la producción de cocaína, basándonos en el informe sobre las drogas de la Organización de Naciones Unidas en 2019.

De acuerdo con esto, la FANB, en su afán por seguir combatiendo el narcotráfico, ha incautado e inmovilizado hasta la fecha 230 aeronaves como parte de la Ley de Control para la Defensa Integral del Espacio Aéreo.

En ese sentido Venezuela, a través del componente de nuestra gloriosa y heroica FANB que acciona en las operaciones tácticas conocidas como Escudo Bolivariano, seguirá apegada al cumplimiento de la Constitución, persistiendo en la defensa de los derechos de la patria, salvaguardando nuestra integridad territorial y la vida del pueblo venezolano, quien merece vivir en una frontera de paz.

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