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Néstor Rivero Pérez

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El 15 de mayo de 1825, hace doscientos años, el Libertador Simón Bolívar, a su paso por Arequipa (Perú) con destino a territorios del Altiplano, dirigió una memorable epístola al Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, mediante la cual le confirmaba su voluntad de aprobar la convocatoria a Convención con carácter constituyente, de las provincias altoperuanas, que aquel había dispuesto el 9 de febrero del mismo año.

Alto Perú

Si bien para el 9 de diciembre de 1824, al momento en que triunfan las armas republicanas en la planicie de Ayacucho, el Alto Perú como posesión española venía siendo administrado por el Virreinato del Río de la Plata desde 1776, ya desde los inicios del régimen colonial y por más de doscientos años, formó parte del Virreinato del Perú, de cuya capital Lima, partía toda autoridad civil, eclesiástica y judicial sobre el Altiplano.

De hecho el nombre “Alto Perú” alude a dicha condición de adscripción, y con tal denominación pasó al control de Buenos Aires. De este modo, el empeño de la Guerra de Independencia por parte del Río de la Plata asumió la defensa del Alto Perú desde 1810 cuando la primera Junta de Buenos Aires preparó la expedición inicial sobre el Alto Perú, entendido que era parte de dicho virreinato.

Héroe fundamental de la contienda libertadora del Altiplano para entonces, lo fue Manuel Belgrano, eminente hombre de Estado y prócer de la Independencia argentina.

La convocatoria del Gran Mariscal

Apenas cruzar el río Desaguadero -que hace frontera entre Perú y la actual Bolivia- Antonio José de Sucre vencedor de Ayacucho, prosigue su avance hasta La Paz y el Potosí, para afirmar los términos de la capitulación acordada con el vencido virrey de La Serna al culminar la sangrienta jornada del 9 de diciembre.

Percatándose el héroe cumanés de la expectativa de los principales factores de opinión de las provincias del Altiplano por ejercer su propio gobierno, accede a insinuaciones de Casimiro Olañeta, influyente personaje del Altiplano. Y apenas entrar a La Paz Sucre dicta su decreto del 9 de febrero, convocando a las provincias para que “deliberen libremente” sobre su destino político.

El decreto del Libertador

Así, al día siguiente de su carta a Sucre, a su paso por Arequipa con destino al Alto Perú, el 16 de mayo, el Libertador expedirá decreto mediante el cual formaliza la convocatoria a la Asamblea constituyente del Alto Perú, cubriendo las formalidades del plácet que debía dar el Congreso Constituyente de Lima.

Téngase en cuenta que factores de poder en el Bajo Perú, aspiraban a retomar el control del Altiplano, tal como lo había ejercido su antiguo virreinato hasta 1776, lo ejercieron de forma indisputada, y en el marco de la distribución de dependencias territoriales que habían establecido la dinastía de los Habbsburgo primero y luego la casa de los Borbones.

De este modo, el Libertador fija los términos de la convocatoria: “Art. 1.- Las provincias del Alto Perú, antes españolas, se reunirán conforme al decreto del Gran Mariscal de Ayacucho en una Asamblea General para expresar libremente su voluntad sobre sus intereses y gobierno, conforme al deseo del Ejecutivo del Río de la Plata y de las mismas dichas Provincias (…). Art 2.- La deliberación de esta Asamblea no recibirá ninguna sanción hasta la instalación del nuevo Congreso del Perú el año próximo. Art 3.- Las Provincias del Alto Perú quedarán entretanto sujetas a la autoridad inmediata del Gran Mariscal de Ayacucho, General en Jefe del Ejército, Antonio José de Sucre” [Colección Blanco y Azpurua, Tomo 9, pp 740-741].

Sinóptico

1948

La Nakba o “Catástrofe”

Este día la población palestina del mundo conmemora el inicio del despojo de su territorio por parte del sionismo establecido en Israel. La Nakba significa la denuncia de la tragedia que constituyó el modo de desalojo armado y con terror, ejercido por el sionismo israelí, en contra de las familias de origen palestino, de un territorio por estas ocupado durante milenios. Y ello se origina en el modo que el liderazgo sionista de Israel ha asumido el dictamen de la ONU en cuanto a fundar dos Estados en la patria palestina, uno israelí y el otro el Estado Palestino.

Algunos partidarios de la causa palestina estiman como Día de la Nakba el 14 de mayo, haciéndolo coincidir con la proclamación de la Independencia de Israel por quien sería el primer Presidente de este país, Ben Gurión.

Hoy Palestina ha quedado reducido a las achicadas franjas de Gaza y Cisjordania. Y su derecho a un Estado propio es inalienable. Hoy día la solidaridad de los pueblos del mundo tienen en Palestina y sus franjas, agenda en pro del derecho a existir de colectividades amenazadas con expulsión y exterminio, y en contra del genocidio y crímenes que perpetra el régimen de Benjamín Netanyahu.

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