¡Hasta siempre Jacobo! Una partida que duele

Ildegar Gil

Partió Jacobo Torres.Sí, Jacobo. Así, con sencillez: Jacobo. Lo de diputado queda al fondo, como él mismo lo hubiese exigido.

Se lleva lo irreductible con que cultivó el alma, insumo que jamás escondió ni ocultó porque, al contrario, lo mostró para que otras y otros lo hicieran suyo y se sumaran al sendero sincero, fresco y franco que conduce a la construcción de la Revolución.

¿Imprescindible? ¡Sí! ¿Necesario? ¡Sí! ¿Indispensable? ¡Sí! ¿Izquierdista! ¡Claro que sí! ¡De los de verdad!

Nos deja la mejor herencia. La mayor: la obligación de proseguir, avanzar cueste lo que cueste y pase lo que pase más allá del tamaño del enemigo. ¡Sin miedo de ningún tipo! Lo ha dicho Nicolás: A los cobardes nadie los respeta. ¡Dígalo ahí valiente Jacobo!

Hasta la victoria siempre, gladiador de las tempestades. Qué buena vaina nos echas.

4 pensamientos sobre “¡Hasta siempre Jacobo! Una partida que duele

  1. Un trabajador incansable y poeta irreductible de la justicia y la felicidad. Sus sueños y construcciones hacia la utopía de lo creíble son semillas en los corazones de quienes te conocimos. Pronto nos volveremos a ver.

  2. Vuela Alto Camarada, Siempre Duele la Partida de los Camaradas que luchan por la Reivindicación Histórica de los mas Humildes y del Proletario

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