Hermana de secuestrado en el Cecot: Ni Trump ni Bukele asumen sus responsabilidades y nuestros familiares siguen sufriendo

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Así lo dijo Gleydis Contreras, hermana de Manuel Yordano Contreras, no de los jóvenes víctimas de los regímenes gringo y salvadoreño Foto: Franklin Domínguez.

hermana contreras

VEA / Carlos A. Batatin

Ni Donald Trump, ni Nayib Bukele quieren asumir la responsabilidad de todo el daño que les han causado a 252 venezolanos, a quienes esos mandatarios les violaron todos sus derechos enviándolos de manera ilegal al Centro de Confinamiento del Terrorismo, Cecot, la cárcel de máxima seguridad ubicada en El Salvador. Así lo denuncia Gleydis Contreras, hermana de Manuel Yordano Contreras, uno de los jóvenes víctimas de los regímenes gringo y salvadoreño.

“Los dos andan peloteando la situación, uno le echa la culpa al otro y nuestros familiares siguen sufriendo”, denunció Contreras ante Diario VEA, el jueves 10 de julio, desde las afueras de la sede de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, ubicada en Altamira, estado Miranda, desde donde salió una movilización ese día, para exigir la liberación de los 252 connacionales.

Sobre su hermano, contó que él se fue hace siete (7) años del país. Partió junto con su esposa. Por un tiempo vivieron en Colombia; pero él decidió irse a Estados Unidos. «Me contaba que con esfuerzo y trabajando mucho le estaba yendo bien. Compró un carro, alquiló un apartamento y en forma permanente ayudaba a la familia».

Narra que toda su familia vive en el estado Carabobo y su hermano es padre de dos (2) niña.

De los siete (7) años fuera de Venezuela, dos (2) años de ellos, vivió en Texas, en la nación gringa. Ahí trabajó en un supermercado. Allí lo esperó la policía hasta la hora de salida y se lo llevó detenido.

“Al salir se le acercan y le preguntan que si era migrante venezolano y les dice que sí a los funcionarios. Él saca todos los documentos que llevaba encima, los enseña, y de una vez lo montan en la patrulla”, indicó Gleydis Contreras.

Cuenta que durante el trayecto a la estación policial lo autorizan a usar su teléfono.  “Me llama y comienza a contarme todo lo que iba sucediendo. Después de eso no había más nada que hacer hasta que lo deportaron en el mes de marzo para El salvador”.

¿Después de su detención pudo hablar nuevamente con su hermano?

El día 13 de marzo conversamos después de  las 10: 00 de la noche. En esa oportunidad con tono de entusiasmo me indica  que le habían entregado todas sus pertenencias y que el día siguiente, el 14 de marzo, sería deportado a Venezuela. Eso nunca ocurrió porque está secuestrado en el Salvador.

«Desde su llamada más nunca he vuelto a saber de mi hermano», agregó.

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