¡Imperdible el chiste que hizo reír al canciller de Venezuela! (A gozar)
La ocurrencia tiene serias manifestaciones reales. Fotomontaje.
VEA / Ildegar Gil
Por regla general, a la vista pública el mundo de la diplomacia se caracteriza por la sobriedad, como es lógico. Pero, como todo bajo el crisol del cielo, hay momentos para una justificada excepción. ¡Sucedió con el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, (@Jaarreaza)!
El ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores del país suramericano decidió echar mano al buen humor dando uso al escaso espacio que brinda la red digital Twitter. Fue precisamente, después de leer lo que en Twitter publicó la encargada de Negocios del Reino Unido en Venezuela, Becks Buckingham (@HMGBecksB).
Resumamos: La citada dama recibió en su despacho al golpista Juan Guaidó, (@Jguaido). Junto a la foto de rigor, y haciendo gala de su diplomática posición, ordenó una gráfica con el guaireño, que según la periodista Patricia Poleo, amerita de un traductor para comunicar sus mensajes cuando habla en castellano.
Las ocurrencias de Arreaza brotaron luego de leer el texto de la británica, quien por su abolengo, entiende uno debería ser respetuosa del orden constitucional del país en que se encuentre, Venezuela, obviamente, en este caso. ¡Justo por esto último y la incoherencia manifiesta en el texto, fue que el criollo dio rienda suelta a sus tuiteras travesuras!
Al detallar el intercambio con Guaidó, expresa Buckingham que estuvo nada más y nada menos que «con el presidente constitucional interino de #Venezuela«. ¡Habráse visto! ¿Presidente constitucional INTERINO? ¿INTERINO de dónde?
Si usted también se ríe o carcajea con semejante disparate anglosajón, podrá entonces entender los simpáticos emoticones colocados por Arreaza en su texto, cerrado con una frase que raya en un estupendo juicio a lo absurdo: «Todo un circo antidiplomático».
Por si fuera poco, el servidor público remata con un gif de la película Narnia, donde -definitivamente-, parecen reposar los fantasiosos sueños del peón imperial, quien cada vez más parece quedar a merced del jaque mate de la historia.