VEA / Yonaski Moreno

«Nuestra América tiene las potencialidades en recursos naturales, en población, en extensión, en gloria –como diría el Libertador Simón Bolívar–, para ser un gran polo de poder, un gran centro de poder y por eso el empeño de mantenernos divididos, fracturados, aislados los unos de los otros, por eso el empeño de promover gobiernos que se entregan al imperialismo».

El mensaje anterior fue expresado por el secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Jorge Arreaza, durante la apertura del Seminario «La unidad latinoamericana y caribeña frente a la geopolítica imperial», realizado este viernes 24 de mayo en formato virtual, con transmisión en Youtube.

De acuerdo a Arreaza, el empeño imperialista por dominar a los pueblos de América Latina puede verse evidenciado en el caso de Argentina, en donde el presidente Javier Milei ha entregado su territorio para bases militares estadounidenses en una zona estratégica de ese país y del continente suramericano.

Recordó que el continente latinoamericano y caribeño «ha estado en disputa desde el primer día, entre la colonización española y nuestra propia libertad e independencia», luego entró en juego el imperialismo británico, «hasta que se consolida el nuevo hegemón que ha llevado a la humanidad hasta las situaciones de gravedad que hoy vivimos y atestiguamos, los Estados Unidos de América».

Arreaza destacó que desde su fundación, Estados Unidos ha tenido una ambición expansionista, no solo en lo territorial, sino que también en la política, geopolítica, dominación de los gobiernos, de las fuerzas armadas y ejércitos, y economías del mundo.

Sin embargo, apuntó que en la actualidad el imperio norteamericano está en declive. «El poder productivo de los Estados Unidos de América viene en declive, como el poder financiero del dólar y sus herramientas también están siendo seriamente amenazados y serán superados pronto por mecanismos como los BRICS, por potencias como China, Rusia, como India, y la unificación de ellas, y de un mundo que está muy claro que el dólar no puede ser el instrumento de dominación».

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