Juan Vives Suriá a 18 años de su pascua de resurrección
La autora es presidenta de Fundalatin.
Eugenia Russian Solé
En estos tiempos de confrontaciones y en búsqueda de espacios de diálogo, las comunidades ecuménicas de la República Bolivariana de Venezuela y de muchas partes de América tienen presente al P. Juan Vives Suriá sembrado en el cariño de su pueblo un 26.06.2004.
Nos viene a la memoria su misión y conviene recordar el mensaje a los jóvenes en el discurso del P. Vives en Nueva York, 15.09.1987, al recibir el premio otorgado a Fundalatin como Mensajero de la Paz por la Organización de Naciones Unidas: “Jóvenes. No sucumban jamás ante la tentación de la violencia, la droga, el consumismo del “esclavo libre”. A ustedes les toca construir- desde ahora- un siglo XXI sin armas, en paz, con justicia y libertad…Es hora de caminar juntos- creyentes y no creyentes- Norte Sur Este y Oeste- para construir un mundo solidario y justo un auténtico Nuevo Orden Económico que asegure una paz justa y duradera.”
Desde la Patria Grande, el legado espiritual comunicacional del P. Vives, resulta un aporte de relevancia, en especial cuando la población venezolana enfrenta medidas coercitivas unilaterales violatorias de los derechos humanos, medidas que seguiremos denunciando con la certeza que nuestra lucha no termina mientras el sistema opresor capitalista siga imponiendo y socavando la libertad y soberanía de los pueblos.
Para Juan Vives la Patria es América, y al celebrar el 24 de junio el pueblo venezolano la Batalla de Carabobo, recordamos el poema de Vives que expresa lo siguiente: Somos cuna y semilla de libertadores contra la opresión, de la resistencia hacia la independencia, somos tierra nueva con fuerza de viento, queremos la vida y la libertad, tejer las banderas con nuestras culturas, parir un orden de justicia y paz.
