La advertencia que lanzó Cabello a los funcionarios y empresarios que andan con escoltas atropellando a otros (Ver video)
Denunció que esta práctica es una mala cultura que debe ser combatida. Foto Internet

VEA / Yuleidys Hernández Toledo
«Darle un para’o» a los atropellos que cometen escoltas y caravanas de seguridad que andan con funcionarios públicos y empresarios privados, fue la instrucción que giró el ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello.
La advertencia la hizo el también vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, en su programa Con el mazo dando, luego de contar que iba manejando su carro por la autopista: «Iba por el canal rápido y de repente me trancan (…) Iban escoltando un carro». Relató que hizo cambio de luz a quienes lo trancaron, pero estos lo ignoraron, y le hacen gesto de que siga. Siguió diciendo que el vehículo que maneja cuenta con una sirena, por lo que la activó, y aún así los otros no se movían. Ante ello, decidió pasarlos, «y luego los mandé a detener».
En la edición 501 del programa, describió que se trataba de tres (3) motorizados escoltas que andaban armados; por cierto, sin papeles ni del vehículo ni de las armas, acotó. «¿Por qué trancan a los demás; por qué ese abuso?», preguntó. De inmediato manifestó que «eso tiene que acabarse». Resaltó que el problema de la inseguridad en Venezuela es «prácticamente cero», gracias a un proceso que viene realizando desde hace tiempo el gobierno nacional.
Siguió relatando que se detuvo cerca del carro que había sido detenido, por lo que pudo apreciar que quien iba en la unidad se bajó disgustado porque lo detuvieron. «Se lo llevó el Conas, lo están interrogando. Llamamos a las autoridades para que lo hiciera».
Agregó que esos abusos de los escoltas se acabó: «Carro que veamos en la calle trancando vías, atropellando a los demás, yendo a buscar privilegios que no deben tener», serán detenidos.
Relató que el propio jefe de Estado, Nicolás Maduro, maneja su carro y nadie lo ve atropellando a nadie por ahí. Y él, Diosdado Cabello, también conduce su propio vehículo.
Manifestó con énfasis, además, que «uno anda con seguridad porque somos objetivos o blancos para ser atacados, pero si no fuera así, yo con gusto ando manejando mi carro igual y así no le damos gusto a quienes quieren hacerle daño a la Revolución , haciéndonos daño a nosotros (…) pero eso es una vaina horrible, el que cree que porque anda con escolta es más que los demás, no no no».
Advirtió que al que se consiga en la calle haciendo esa práctica, lo va a mandar a detener; manifestó que esa práctica «la vamos a combatir».
Hizo alusión que Las Mercedes, en el municipio Baruta, estado Miranda, era territorio donde se veía 50 caravanas. «Cuídense, porque esa es la primera instrucción» que tienen las autoridades: Detener a las caravanas que cometen atropellos… «Pasen por aquí, ¿quién es usted?».
Reiteró la denuncia que varios de los escoltas andan con armas sin permisos, por lo que recalcó que «el monopolio de las armas la tiene el Estado venezolano y hay que ejercerlo, porque de lo contrario se van a constituir grupos paramilitares», en donde alguien que es empresario, dueño de tierras, ganadero, pudiera decir que tiene su propia seguridad con armas. «Ah, bueno, tú tienes un grupo paramilitar, y eso no lo vamos a permitir».
Atropello de los escoltas, una mala cultura
Contó que luego de salir de la cárcel en diciembre de 1993, lugar donde había estado recluido por su participación en la rebelión cívico-militar que lideró el 4 de febrero de 1992 el Comandante Eterno Hugo Chávez, a las dos semanas de ser liberado, mientras iba a buscar a su esposa, Marlene Contreras, al trabajo en el centro de Caracas, un grupo de escoltas, policías, lo trancaron; él se molestó y atravesó el carro en el medio. Se bajó del vehículo con las manos en la cabeza, «me dieron una coña… y me llevaron otra vez preso».
Agregó que el entonces presidente Rafael Caldera fue informado del episodio, y a él, a Cabello, lo llamaron a Palacio; ahí estaba el hijo del entonces mandatario, que quería saber por qué hizo eso. Al dirigente revolucionario no lo liberaron sino que se lo volvieron a llevar preso. Luego lo llamó el ministro de la Defensa de ese entonces, Revette, quien también le preguntó porqué había hecho lo que hizo, y por qué había hablado con el Presidente. Él le contestó que le preguntara al copeyano.
Manifestó que narra esa historia, porque el tema de los atropellos en lo que incurren los escoltas es «una mala cultura».
Señaló que hay gente que no lo conoce nadie y lo nombran viceministro y piden escoltas. «¡Qué vaina es esa, qué es eso!».
Camarada Diosdado, vengo desde hace un tiempo atras denunciando a los organizadores de rifas fraudulentas y loterìas clandestinas aquì en la isla de Margarita, los cuales aparte de la contaminaciòn con desechos sòlidos y desechos humanos que dejan, cierran las vias de acceso a nuestras viviendas, estacionan los vehiculos frente a las entradas de las viviendas obtaculizando la salida y entrada de nuestros vehiculos y utilizan funcionarios policiales uniformados y d civiles armados como seguridad.