Jesús Moreno

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Después de cuatro años, se reunió en México, bajo la presidencia Pro-tempore del mandatario Manuel López Obrador, y su canciller Marcelo Ebrard, la sexta cumbre de la Celac, en la cual participaron 33 jefes de Estados: Presidentes, primeros ministros, cancilleres e invitados mundiales, como el presidente de China, el secretario general de las Naciones Unidas, y un representante de la Unión Europea. Estuvo ausente el presidente de Brasil, el fascista Jair Bolsonaro.

La sexta cumbre de la Celac resultó exitosa por la participación de los 33 altos funcionarios de Estado, teniendo por delante siempre el deseo de unidad, y la no injerencia e intervención en la soberanía y autodeterminación de las naciones y de los pueblos, por lo cual la América Latina y el Caribe libran una lucha y aspiran alcanzar mayor presencia mundial, como lo hacen otros gobiernos y pueblos de otras regiones, como los de África y los de la Unión europea.

Por supuesto que se trató el caso de la OEA, que se creó en el año 1948 bajo las circunstancias de la Guerra Fría, y que sirvió a los intereses del anticomunismo de Estados Unidos en la lucha contra la Unión Soviética y todas las izquierdas, a lo cual se prestó la OEA de manera incondicional y servil.

Años después, Cuba, Nicaragua y últimamente Venezuela y Bolivia, por sus posiciones libertarias, han sido acusadas de izquierdistas y terroristas, pero nunca se ha dicho que ha sido por la defensa de su soberanía e independencia.

El imperialismo de Estados Unidos, de Europa, Asia y aliados de todo el mundo, arremetieron contra dichas naciones, sin tomar en cuenta el parecer de cada uno de los pueblos y la manera cómo expresan sus anhelos de cambio e independencia, y se enfrentan al neoliberalismo, que no es más que el capitalismo puro y sin rubores ni escrúpulos.

Todo parece indicar que América Latina y el Caribe vuelven por sus caminos de liberación, enfrentando aun con tibieza y debilidades, al voraz enemigo que realmente cree en el monroísmo.

La historia le dice a estos pueblos que deben resistir, buscar la unión y fortalecer los instrumentos para su real defensa, cooperación y unidad, aun en la diversidad que se expresa en la Celac; esto debe ser un intento serio, de ello; y ese es el fondo de la situación política actual, en la necesidad de fortalecer esa alternativa que se llama Celac.

Los presidentes, primeros ministros y cancilleres asistentes a la sexta cumbre de la Celac en Ciudad de México, el 18 de septiembre, fueron por lo general todos pragmáticos, y trataron temas muy concretos y problemas a resolver para beneficio de todos. De allí que la mayoría de los ponentes y los puntos tratados, gozaron de la unanimidad, a pesar de las dificultades, y se crearon instituciones que cuestan millones de dólares. Desde los presidentes más radicales hasta los abiertamente neoliberales, estudiaron temas que afectan a todos los países de la región y sus gobiernos y pueblos, como la pandemia del Coronavirus, el crimen organizado, el acceso universal a las vacunas; el efecto de los cambios climáticos, la situación de la salud colectiva; los préstamos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la situación de la deuda externa, la libertad de nuestras naciones y la ciencia y la tecnología.

Por eso, de lo aprobado en la sexta cumbre, se crearon de inmediato el Fondo contra los Desastres, que ya cuenta con 15 millones de dólares para comenzar sus funciones; el Fondo para la Agencia Latinoamericana Tecnoespacial, con la anuencia en principio de 18 países, y se creó el Fondo para Combatir los Impactos del Cambio Climático, a lo cual los países poderosos y desarrollados habían ofrecido una participación de mil millones de dólares, pero que no cumplen. Los países de América Latina y el Caribe no esperan seguir mendingando.

En otro sentido, Nicaragua se opuso a que sea el presidente de Argentina, el próximo regidor protémpore de la Celac, por sus ataques a la revolución sandinista en los últimos días. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, propuso crear la Secretaría General o Ejecutiva del organismo.  La sexta cumbre también acordó, una posición conjunta ante el FMI, para tratar todos los asuntos de los préstamos, con condiciones, por la situación de la deuda externa, y la posible condonación de algunos préstamos.

La cumbre recibió un mensaje del presidente de la República de China, también de un alto funcionario de la Unión Europea, del presidente de las Naciones Unidas, y de paso, aprobó establecer las mejores relaciones con estos países para mejorar las condiciones del comercio regional.

Se considera que la función protémpore desde 2020 desarrollada por el presidente de México, López Obrador, y su canciller, ha sido muy positiva para un organismo que el imperialismo deseaba liquidar, y no que se fortaleciera como espacio unificador e integrador de una región tan importante como la que representan los países de América Latina y el Caribe.

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