Josefina Rivas Fermín

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     La confianza es un valor fundamental en las relaciones humanas, ya sea en el ámbito personal, profesional o social. Fomenta la colaboración, el entendimiento mutuo y la construcción de vínculos sólidos. Cuando confiamos en los demás, estamos expuestos a ser débiles y a creer que actuarán de manera ética y responsable. Por ejemplo, si alguien ha sido traicionado o defraudado repetidamente es comprensible que desarrolle una actitud desconfiada hacia los demás como una forma de evitar más daño; además, en ciertos ámbitos, como los negocios o la política, la desconfianza puede ser necesaria para evaluar de manera crítica las intenciones y acciones de los demás.

     Generalmente no se considera un valor positivo, ya que implica una actitud negativa hacia los demás y puede obstaculizar las relaciones interpersonales y la cooperación. No obstante, en algunas situaciones, la desconfianza puede surgir como una respuesta natural a experiencias pasadas negativas o como una medida de autoprotección. Por ejemplo, si alguien ha sido traicionado o defraudado repetidamente es comprensible que desarrolle una actitud desconfiada hacia los demás. En determinadas circunstancias la desconfianza puede ser una respuesta comprensible o incluso necesaria.

     En estos contextos, la desconfianza puede conducir a una mayor cautela y a la adopción de medidas de control y supervisión para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas. Aunque es importante tener presente que la desconfianza frecuente puede generar un clima de sospecha y hostilidad, dificultando la construcción de relaciones saludables y productivas, en la mayoría de los casos es preferible fomentar la confianza y buscar soluciones constructivas a través del diálogo y la cooperación.

     La desconfianza puede ser comprensible en ciertas circunstancias, no se considera un valor positivo en sí mismo, pero a veces una buena dosis de ella se hace necesaria como escudo, pues usarla como barrera de protección es beneficiosa si esa actitud nos conlleva y obliga a pensar en tácticas que nos mantengan sobre aviso; aunque en lugar de enfocarse en la desconfianza, es más beneficioso promover la confianza mutua y trabajar para superar las barreras que puedan surgir en las relaciones humanas.

     La desconfianza en el ámbito político es un fenómeno complejo y puede tener diversas causas y consecuencias. Si abordamos este tema desde diferentes perspectivas tenemos que la desconfianza en la política puede surgir debido a percepciones de corrupción, falta de transparencia, promesas incumplidas o comportamiento poco ético por parte de los líderes políticos, lo que hace natural que se desarrolle la desconfianza.

     Es importante destacar que la desconfianza política puede tener consecuencias negativas para la salud de la democracia. Para abordar la desconfianza política, es necesario promover la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana. Los políticos y las instituciones gubernamentales deben esforzarse por actuar de manera ética, cumplir sus promesas, comunicarse de manera efectiva con la población y tomar medidas concretas para abordar los problemas y desafíos que enfrenta la sociedad.

     La desconfianza hacia lo desconocido puede surgir como resultado de la percepción de que lo desconocido o lo diferente es potencialmente peligroso o amenazante: en ese momento es cuando puede constituirse en un valor, pues se hace necesario estar atentos,  alerta; esta alerta puede activarnos y, como dice el lenguaje popular, estar mosca ante la estrategia del adversario de turno que ofrece una escalera para llegar a la copa del árbol y una vez recogidos los frutos rueda la escalera y se posa en el último escalón y cobra lo establecido: ¨una vez conquistada la copa del árbol los frutos serán míos¨, algo así como dice la canción de La Fania Quítate tú pa ponerme yo.

     Desde un punto de vista psicológico, la desconfianza puede entenderse como una actitud o una respuesta emocional hacia los demás o hacia situaciones específicas en las que se percibe un riesgo o una amenaza, Procesar la información desempeña un papel importante en la generación de la desconfianza por lo que se hace necesaria la observación y el discernimiento para interpretar las acciones de los demás y atribuirse motivos que hacen  propensa a la desconfianza.

     La desconfianza desde un punto de vista social se refiere a la falta de confianza o creencia en la honestidad, la sinceridad o las intenciones de los demás en el contexto de las interacciones sociales. Es hora de llamarnos a reflexión en cualquier ámbito donde consideremos que se amerita la desconfianza.

¡¡¡Mosca, pues!!!

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