VEA / Ricardo Cabrita

Estados Unidos está atravesando por grave escasez de fórmula láctea para bebés debido a problemas en las cadenas de suministro y a una retirada masiva de productos por motivos de seguridad. Así lo reseña el portal estadounidense Heraldousa.

La escasez de fórmulas infantiles se ha agravado en Estados Unidos tras meses de desabastecimiento en farmacias y supermercados. Esto debido al retiro de las fórmulas lácteas para bebés que realizó la trasnacional Abbott por motivos de seguridad, dado que en febrero pasado debió cerrar su mayor planta de producción por contaminación.

En febrero, Abbott retiró varias marcas importantes y cerró su fábrica en Sturgis, Michigan, cuando funcionarios federales concluyeron que cuatro bebés sufrieron infecciones bacterianas después de consumir fórmula de la instalación. Dos de los infantes murieron, mencionó la referida fuente.

El lunes 9 de mayo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que la Administración de Alimentos y Medicamentos trabaja contrarreloj para hacer frente a la escasez, y que tratará de agilizar las importaciones de fórmula infantil extranjera para aumentar el suministro.

Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) dijo que trabaja con otros fabricantes de Estados Unidos para aumentar su producción y agiliza los trámites necesarios para permitir más importaciones, refiere el portal.

Por el momento, los pediatras y los trabajadores de la salud recomiendan que los padres que no puedan encontrar leche de fórmula se pongan en contacto con los bancos de alimentos o con los consultorios médicos.

El diario norteamericano Los Angeles Times recogió el testimonio de Laura Stewart, una madre de tres hijos de 52 años que vive al norte de Springfield, Missouri, que lleva varias semanas batallando para encontrar leche de fórmula para su hija de 10 meses, Riley.

Por lo general, Riley toma una variedad del producto Similac de Abbott diseñada para niños con estómagos sensibles. El mes pasado tuvo que usar cuatro marcas diferentes.

“Regurgita más. Está más irritable. Suele ser una niña muy feliz”, dijo Stewart. “Cuando tiene la fórmula adecuada no regurgita. Está perfectamente bien”. Una lata pequeña cuesta entre 17 y 18 dólares, y dura entre tres y cinco días, afirma Stewart.

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