Jesús Moreno

[email protected]

La persecución jurídica contra el líder Inácio “Lula” Da Silva, en Brasil, destapó sin tapujos la persecución planificada por el imperialismo y las oligarquías contra los dirigentes populares de los pueblos de América Latina y el Caribe, como nueva modalidad para ponerlos fuera de su acción política.

De manera que la persecución a Cristina Kirchner, en Argentina; Rafael Correa, en Ecuador; Vilma Rousseff, también en Brasil, y Evo Morales, en Bolivia, ha demostrado que la derecha capitalista, imperialista y oligárquica, encontró en el poder judicial un medio efectivo para perseguir a los líderes y dirigentes progresistas, patriotas de la izquierda y que luchan juntos a sus pueblos por los cambios y la soberanía de sus países, al lado de las grandes mayorías y gozan de su favores y seguimientos masivos.

Los golpes militares, los oficiales latinoamericanos formados en escuelas militares y policiales de Estados Unidos con el cuento de la seguridad, y el comunismo, ya no son efectivos; el asesinato de dirigentes y la prisión ya pueden ser sustituidos por métodos más satisfactorios que se facilitan por magistrados, tribunales mediante sus fiscales, jueces combinados con las policías, para hacer las acusaciones y los juicios, por inicuas, falsas y mentirosas que sean las acusaciones.

Ya los golpes militares no bastan; hay que inhabilitar de toda acción política a los dirigentes perseguidos, y el segundo objetivo es lograr la máxima separación de dichos dirigentes de la buena alianza con sus pueblos, que deciden buscar su liberación del yugo de la derecha y bajo la garra del imperialismo de Estados Unidos, que aspira a mantener gobiernos conservadores, capitalistas, derechistas, para asegurarse el dominio sobre los países y el saqueo de sus riquezas.

Su ambición es apoderarse de las empresas que con tanto sacrifico y tiempo han creado los países, como Petróleos de Venezuela, Petrobras, los frigoríficos en Argentina; el turismo en Cuba; la industria del cobre en Chile; las industrias madereras, por supuesto, la banca y finanzas, los medios de comunicación, hasta ahora de manera especial la radio y la televisión.

Para la nueva estrategia del uso del estamento judicial para perseguir a los líderes avanzados del continente, con los más mentirosos argumentos que van desde corrupción, robo de riquezas del Estado, negocios, aprovechando su influencia en el poder, lavado de dinero y como ejemplo descarado tenemos el de “Lula” Da Silva en Brasil, que se le acusó porque no traspasó en nombre de terceros y era una simple tira que el Tribunal Supremo desmintió y tiene que poner al líder en libertad este mes.

Por eso no entramos en detalle de cada caso presentado hasta ahora; porque aparecerán más, de acuerdo a los intereses del imperialismo, los oligarcas y magnates, cuando los pueblos están bien dirigidos y según las posiciones de sus dirigentes avanzados y sus luchas.

Bueno, ¿de dónde salen estos jueces, fiscales, magistrados, que permiten que las razones políticas de la derecha penetren descaradamente la majestad y dignidad de la justicia?, porque esa debilidad se está convirtiendo en grave peligro para los pueblos en la búsqueda de sus mejores avances y esperanzas por la dignidad y fidelidad de sus auténticos dirigentes populares.

Lo que hemos observado contra Cristina en Argentina, “Lula” Da Silva en Brasil; contra Rafael Correa en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia, cada caso y su modalidad no son sino una muestra de la nueva modalidad de agresión contra los pueblos, pero que el objetivo central seleccionado, como son los líderes populares y en ese campo jueces, fiscales, magistrados y poder judicial serán utilizados, cada vez, en más y mayor escala, ante lo cual los revolucionarios tenemos que estar alertas y prevenidos, ante la estrategia del enemigo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!