Alberto Vargas

@albertovargas 30

Hugo Chávez, en el Plan de la Patria, precisó «Este quinto gran objetivo histórico convoca a sumar esfuerzos para el impulso de un movimiento de carácter mundial para contener las causas y revertir los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador».

Chávez hizo un llamado sobre el esfuerzo que debemos hacer todos y todas por cambiar el modelo de desarrollo destructor que el capitalismo le ha impuesto al mundo en los últimos siglos mediante la amenazante extensión de la voraz economía de mercado.

Recordemos que el neoliberalismo no es desarrollo sustentable, es pobreza, opresión, explotación, es la muerte en vida.

Estamos montados en un modelo de autodestrucción en el que están en peligro todas las formas de vida en la Tierra. Vivimos en un mundo preñado de riesgos irreversibles. Siglos de explotación colonial han dado lugar a un sindicato de países ricos y superdesarrollados agrupados en la OTAN que coexisten con otros inmensamente pobres que suministran materia prima y fuerza de trabajo.

Sobre la criminalidad imperialista hay un historial. Hiroshima y Nagasaki, dos ciudades indefensas, EEUU lanzó y probó los efectos de dos bombas nucleares, donde murieron en su mayoría niños, mujeres y ancianos japoneses. Hollywood ha hecho de EEUU una suerte de juez supremo de los valores democráticos y los derechos humanos. Por qué su cine no devela los golpes de Estado y las intervenciones en Centroamérica, Panamá, Santo Domingo, Granada, Honduras, Cuba, Nicaragua, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Argentina, Brasil, etc., y otros planes sangrientos, incluyendo la amenaza golpista que se viene sucediendo contra Venezuela. Su poderío militar no es una necesidad del mundo, es una exigencia del sistema capitalista que alimenta el mayor mercado de drogas en el planeta. Sus planes están asociados a las millonarias sumas de dólares asignadas a los medios de información privados para mentir y desinformar.

Estamos montados en un modelo de autodestrucción donde están en peligro todas las formas de vida en nuestra agraciada Tierra, cuyo principal responsable es el imperio del norte, parasitario, depredador y saqueador. Con menos de 5% de la población del mundo succiona anualmente enorme cantidades de petróleo y gas, minerales, materias primas, bienes de consumo y productos sofisticados procedentes del exterior; muchos de ellos como los combustibles y los extraídos de las minas no son renovables. Los hidrocarburos que tardaron 400 millones de años en formarse en apenas dos siglos los están acabando.

El imperio no tiene interés en contener la catástrofe ecológica mundial que amenaza a esta bella Tierra, así lo ha hecho saber Washington. EEUU con menos de 5% de la población mundial emite 25% del dióxido de carbono, o sea, es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo. 30 países, incluyendo la Unión Europea, consumen 80% del combustible que se produce. Desde el Protocolo de Kyoto las emisiones de los países desarrollados se elevaron en 13% y de ese volumen 55% corresponde a EEUU. Entretanto, la temperatura va en aumento.

Ya han anunciado que en un período relativamente corto el cambio del clima, las sequías, entre otros fenómenos naturales, se harán realidad y provocarán problemas globales tales como hambrunas, enfermedades, sequedades, inundaciones y guerras por el acceso a los recursos.

La humanidad no está preparada para estos eventos que estamos viviendo. Existen riesgos globales para la civilización. Precisamente, el accidentado mundo que generó el capitalismo salvaje, con las desigualdades sociales que cada vez se agudizan más, problematizan el panorama mundial.

Con un enfoque relativamente nuevo los científicos revelan que hay relación entre el aumento de la temperatura y la generalización de la pobreza. Estos escenarios están en plena efervescencia.

Otro elemento colateral es el aumento de la violencia, guerras, entre otras crisis, pues la falta de recursos naturales como el agua potable es un factor desestabilizador que nos llevará a conflictos bélicos abiertos y empeorarán los ya existentes.

Del mismo modo, está el incremento de las enfermedades, las seguías, la falta de alimentos, la pobreza y otros problemas potenciales debidos al aumento de la temperatura y el cambio climático que están acelerando la propagación de enfermedades crónicas e infecciones, lo que, junto con otros factores ambientales y pandémicos, daría un matiz apocalíptico a la civilización que engendró el capitalismo salvaje.

Los alimentos para el año 2050 tendrán costos impagables, toda vez que los precios mundiales aumentarían exorbitantemente debido a los cambios de temperatura y los patrones de lluvia, algo que sumado al empobrecimiento de los pueblos tendrá como resultado mayor padecimiento y más hambruna en diversas regiones del mundo. A mayor población la demanda de alimentos crecerá.

Además, la actual contaminación del agua podría reducir para el 2030 aún más el acceso al agua potable para la población. Se estima que un significativo porcentaje de la población mundial no tendrá disponibilidad en los próximos años a este recurso vital.

No obstante consuelan los investigadores, aún hay tiempo para tomar medidas y evitar la catástrofe, aunque, –advierten– si el frágil balance climático se altera estos problemas latentes podrían acentuarse drásticamente.

Cabe señalar que estas conclusiones coinciden con los resultados del informe sobre el colapso irreversible de la civilización industrial elaborado por el Goddard Space Flight Center de la NASA. De acuerdo con sus autores, el cambio climático está estrechamente relacionado con el desarrollo insostenible, por lo que la civilización industrial global podría derrumbarse en los próximos decenios debido a la explotación irresponsable de los recursos y la distribución cada vez más desigual de la riqueza. Se prevén inundaciones, movimientos telúricos, tormentas y una gran ola de calor en los subsiguientes años.

NuestraAmérica debe marchar hacia una genuina y auténtica revolución socialista. La avaricia, el egoísmo, y tantos otros «pecados capitales» es el rasgo característico del capitalismo en toda su historia.

Para contrarrestar estos escenarios contrarios a toda forma de vida, Chávez alertó: «Esto solo será posible desde el socialismo como única alternativa al modelo depredador capitalista que ya ha fracasado».

La contradicción está despejada, pero aún continúa latente el dilema sobre: «Socialismo o barbarie» que trazó la legendaria combatiente Rosa Luxemburgo.

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