Pedro Estacio

@Urgentess

No pensé opinar mucho sobre la contienda electoral por una sencilla razón práctica, que casi es la misma cuando alguien va en busca de empleo, es decir, saber de lo concreto, de lo que existe y de lo que está dibujado en el aire y con el contraste entre lo que beneficia a uno y lo que apoya a muchos.

No tiene nada de complicado, al menos es lo que pienso. No puede uno estar contento con apoyar un modelo parecido al que existe en Chile, eminentemente mercantil donde las personas no cuentan, sino los negocios, donde se agrede a los jóvenes y a los nativos. Muchos de los que andan en campaña en Venezuela, andan con lo que llaman estrategia, marketing metapolítico metido en el cerebro y con la moda de ir en contra de la Revolución Bolivariana  siguiendo la orientación estadounidense, mejor dicho, de la banda de los negocios que maneja ese país.

Por supuesto que ellos no ven lo que ha hecho la Revolución Bolivariana, porque los beneficiados no son las individualidades. La mayoría de los más de 60 mil candidatos lo que van es tras los negocios, ver cómo se ponen en algo y sus argumentos son las apremiantes circunstancias que ha vivido Venezuela por el inmoral e ilegal ataque corporativo estadounidense que viene padeciendo hace años.

Jamás han pensado en las personas, pues ellos lo único que ven son consumidores, compradores y de qué manera se ubican en un nivel de bienestar mejor; de allí que la palabra golpe salga de algunas bocas. Por allí andan regresando los dólares que muchos bandidos se habían llevado fuera del país. Están asustados porque la banda que se ha robado los dineros de Venezuela parece que tiene la idea de meterle mano, sin dolor alguno, al dinero que fue robado por años y no me refiero a los que están en escena en estos momentos, sino a quienes están detrás de las cortinas teatrales, los mismos que se han estado robando el petróleo en algunas naciones, los mismos que acaban de ser apresados por Irán tras un robo de petróleo.

Cuando uno revisa al colectivo opositor que anda en campaña en la persecución del poder, no hace sino pensar en que Eduardo Galeano debe estar montado en una nube observando las barbaridades que ocurren en este mundo al revés, pues todos los que corrieron la milla, como Rosales y asociados, están de vuelta y con las caras bien lavadas, como si estuvieran relacionados con los arcángeles. ¡Qué barbaridad!

Es que todo sigue tan al revés, que aunque los acontecimientos reales y verificables digan una cosa, ellos dicen otra, como que hay que liberar a los presos políticos, cuando la cuestión es que son políticos presos por involucrarse en ilegalidades, en violación de las leyes. Y hasta de golpe se continúa hablando en voz baja. 

Por eso es que no provoca meterse mucho a escribir sobre lo que los políticos opositores y los aspirantes a serlo están haciendo ahora en la contienda electoral, porque pareciera que están afectados por problemas en sus cerebros, tienen visiones extrañas.

 

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