Néstor Rivero Pérez

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Con la función cívica dada por la Sociedad Patriótica de Caracas el 2 de septiembre de 1811, en honor al capitán Lorenzo Buroz, caído en Valencia en combate contra los realistas, se inició la tradición del culto a los próceres, la cual ha constituido sin duda, elemento de cohesión de los pueblos e identidad nacional en el curso de la historia universal.

Hermanos Buroz

Nacido en Caracas en 1786, Lorenzo Buroz accedió a los diez años como cadete de milicias, privilegio reservado solo a los hijos de oficiales españoles en la Capitanía General de Venezuela. Sus hermanos, Venancio, Pedro, Vicente y Lope María, combatieron todos por la independencia. Tres dejaron sus huesos en campos de batalla, y dos sobrevivieron para mostrar sus glorias hasta la segunda parte del siglo XIX. Con 11 años fue reconocido con el grado de subteniente. Y el proceso político de la Capitanía General en los años siguientes le convirtió en ferviente partidario del grito del 19 de abril de 1810, siendo puntal de la campaña mirandina sobre Valencia en 1811.

Sociedad Patriótica

Desde comienzos de 1811, la Sociedad Patriótica presidida por Francisco de Miranda promovió la idea de independencia absoluta, constituyendo factor de radicalización del proceso que comenzó el 19 de abril. Y desde el primer momento de la corporación, un miembro que hizo evidente su fervor republicano fue Lorenzo Buroz.

Muerte heroica

Buroz alternaba sus responsabilidades militares con las actividades en la Sociedad Patriótica. Entre julio y agosto de 1811, y ante el rechazo de Valencia de hacer el juramento de fidelidad a la independencia proclamada el 5 de julio de ese año, el joven capitán marchó a las órdenes del general Miranda con el objeto de someter a la ciudad. Tras rudos combates, el 8 de agosto cae Buroz, siendo el primer patriota reconocido, tanto por su grado como por su membresía de la Sociedad, en ofrendar su vida por la patria.

Patria exaltada

En tiempos en que nacía la república y se requería de símbolos que identificasen el ideal de patria e independencia, con miras a extender el compromiso por su defensa en el seno de la población, urgía exaltar todo motivo, todo gesto y toda figura, cuyas ejecutorias significasen la afirmación del supremo propósito puesto en marcha a partir del 19 de abril de 1810, y confirmado con la declaratoria del 5 de julio de 1811. Así, la muerte en combate de Lorenzo Buroz constituyó circunstancia propicia para dichos cometidos, puesto que el Decio caraqueño se distinguía por los atributos que los clásicos encontraban en los héroes de la antigüedad. De este modo, a su muerte se le comparó con Leonidas y sus trescientos guerreros deteniendo a los miles de soldados persas que amenazaron a Grecia en el Paso de las Termópilas, y con Quinto Murcio Scévola.

El amor a la patria…

“(…) Es el amor a la patria el que hace que considerándose todos los ciudadanos iguales entre sí, se estimen como hermanos y se produzca esa virtud que consolida las repúblicas (…) Si el rico ha de conciliar su opulencia con el pueblo, se mostrará el tesorero de los indigentes (…) Si no puede existir república sin virtudes, ninguna virtud hay sin costumbres (…) Buroz renovó por la suya los votos que hicieron los tres Decios cuando para salvar a Roma sacrificaron su vida en medio de legiones” (Oración fúnebre en honor a Lorenzo Buroz / En: Blanco y Azpurúa, tomo 3, pág 210).

Sinóptico

1943

Primera caída del fascismo

El desembarco de los Aliados en la isla de Silicia, al sur de Italia, dio como resultado inmediato una crisis política dentro del régimen jefaturado por Benito Mussolini. Así, el 2 de septiembre de 1943, y en el marco de una huelga general antifascista iniciada en la región industrial de Turín, el rey Víctor Manuel III se obliga a destituir a Benito Mussolini, jefe del gobierno. Este último había creado en 1919 las “Fascios italianas de combate”, núcleo del partido fascista, el cual, obtuvo el triunfo en las elecciones de 1924, implantando el Duce un régimen de persecución, cárceles y militarismo en su país. Es conocido que gracias al apoyo de Mussolini, Francisco Franco inició en España el levantamiento del 17 de julio de 1936, que desembocó en la trágica guerra civil que dejó como saldo un millón de muertos. El modelo de las fascio ha servido a partidos de derecha en el mundo para imponer técnicas de corte paramilitar. Mussolini, quien tras su deposición de 1943 quedó detenido, se vio prontamente auxiliado por su amigo, el Fuhrer alemán Adolfo Hitler. Este envió una cuadrilla de paracaidistas, quienes de inmediato liberaron al Duce. Seguidamente Mussolini estableció la llamada “república social italiana”, con sede en Saló, al norte del país. En tanto que el mariscal Badoglio firmaba armisticio con los Aliados. El desembarco aliado dio nuevos bríos a los partisanos y grupos de resistencia antifascista a lo largo de Italia, quienes dos años después capturarán al Duce, quien terminó fusilado el 25 de abril de 1945.

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